“1er Concurso Flash de Cuentoram” A punto de ponerme el velo
A punto de ponerme el velo
Se convirtió en mi maestro de amor, mi Pigmalión, al año decía frases cortas en su idioma y practicábamos sus costumbres, queríamos que su familia me aceptara; dejé de usar mis pantalones ceñidos y mis tops. Tuvimos que cambiarnos de región, nos fuimos al sur, queríamos tener un hijo, su familia me atormentaba, me acosaba, yo entristecía paulatinamente, nos seguíamos amando, con ardor…
Seis meses después nos casamos en la intimidad, según su costumbre, dirigió la ceremonia un tío, nos faltaba la ceremonia religiosa, teníamos la ilusión de que yo me pusiera el velo. Compramos una casa, la amueblamos, trabajamos duro. Hace tres meses llegaron su hermano, su esposa y dos hijos adolescentes, tuve que servirles.
El primero de este mes él entró furioso, me dijo que me fuera, que estaba haciéndole brujería a su familia, me miraba a los ojos buscando mi culpa. Lo negué, llore mucho, mucho, nada sirvió. Hoy vivo con mi madre, solo tengo lo que llevo puesto.
¿Desean unirse a este concurso? Por aquí les dejo lel link.
https://steemit.com/concursosexpresiones/@joseph1956/convocatoria-al-1er-concurso-flash-de-cuentoram
Genial anticipación con la metáfora de Pigmalion, que se voltea para un final tal vez no menos triste, pero inesperado. Saludos, @gracielaacevedo. ¡Suerte!
Gracias por la lectura@marlyncabrera, si, triste. Lamentablemente hay muchas Galateas abandonadas.
Buen relato, @gracielaacevedo. La historia de encuentro inicial, su desarrollo y desenlace está bien llevada. Me gusta esa voz narrativa femenina, tan sentida, que cuenta desde cierta ingenuidad, resignación y tristeza.
Gracias por tu lectura, @josemalavé, la tristeza prevalece, resultado de que, a veces, el amor no es suficiente.
Sentí mucho este cuento, @gracielaacevedo. Antes de ponerse el velo, se van alzando otros velos que descubren el verdadero rostro de aquel que una vez amó.
Cierto, @nancybriti, leíste el velo como símbolo, sugestivo símbolo. gracias por el acertado comentario.
Hermosísimo relato. Es una crítica, desde la literatura, de la sumisión y el sufrimiento que padecen muchas mujeres indistintamente de su origen étnico y sus costumbres religiosas.
Gracias por tu lectura y tu apreciación,@eudisdiaz, si, muchas veces las causas vienen de afuera, como dices; en el cuento, es la misma protagonista la que consiente, también tiene su responsabilidad, a pesar de que sufre (a lo mejor eso busca, sufrir).