Concurso "cuentito reflexión": Algunos lo pueden llamar "azar".

Era una mañana nublada, de esas que abren los poros del corazón para dejar correr todo el romance que llevamos dentro y poder refrescar nuestra alma, donde lo previamente planeado se vuelve incierto y el improvisar tiene más efecto que el café. Una peculiar chispa estaba por encender la vida de dos personas que tal vez anhelaban encontrarse pero no sabían cómo buscarse.

Un centro de salud sería el punto de encuentro de dos almas distantes en edad pero cercanas en ideales. En ella se toparon cara a cara -algunos dirían que al azar- y una conversación muy variada comienza a cautivarles poco a poco, preguntándose cosas el uno del otro, cada detalle, con sumo interés y atención a cada palabra; dejando fluir el éxtasis de un momento que nunca había irrumpido en sus vidas como pasó ese día.

Inesperadamente debieron separarse; ella se fue de emergencia del lugar, mientras él, con más incertidumbre que esperanza, aguardó por ella un largo rato en el mismo sitio para preguntarle lo que ambos pasaron por alto: “¿Cómo te llamas?”

Tanto fue el anhelo de encontrarse nuevamente que una semana después, otro centro de salud y una mañana más brillante les haría el favor. Entre asombro y ganas de revivir la sensación de la primera vez, sus nombres compartieron, aunque por poco lo olvidan nuevamente, pues hablaban como si se conocieran de toda la vida. Sin embargo, en una era donde las redes sociales están al alcance de la gran mayoría de las personas, ella no poseía ninguna, pero ambos tenían teléfono aunque no compartieron el número…

Al menos esta vez el tormento tenía nombre y apellido.

El tiempo avanzaba con pasos firmes, sin ganas de retroceder y la desilusión se hacía cada vez más cruel, pero al inicio de un nuevo día, en el último lugar que compartieron, se volvieron a encontrar, y aunque fue breve, no dudaron en compartir sus números telefónicos. Y así, cualquiera que haya sido la fuerza que con gran insistencia los reunió tantas veces, sacó las manos de sus vidas y los dejó a cargo de su propia unión.

Algunos lo llamarían “azar”, ¿cómo lo le dirías tú?

Fuente

Reflexión: Hay un plan para cada uno de nosotros, solamente debes estar atento, puede que no tengas más de una oportunidad, pero muchos dicen: “lo que es para ti, ni que te lo quiten y lo que no, ni que te lo pongan”.

Los invito a participar en el concurso realizado por @blablajam y @shippo: 1ER CONCURSO CUENTITO - Reflexión.