Hermosas croquetas de atún para compartir en familia (receta)
Hola, amigos! han preparado alguna vez croquetas de atún? Pues aquí les dejaré una receta fácil para preparar ente delicioso bocadillo que bien puede servir de entremés en estos días de fiesta. Y dirán: croquetas de atún? no suena nada navideño. Esa es la mejor parte, sus invitados se sorprenderán y los que no se sorprendan estarán igual de complacidos, pues son riquísimas.
Para prepararlas necesitarán:
500g de atún (puede ser enlatado)
1 pimentón verde
1 pimentón rojo
1 cebolla pequeña
4 dientes de ajo pelado
Leche o crema de leche
Mantequilla o margarina
Sal, orégano, nuez moscada y perejil
Pan rallado
2 huevos
Aceite
Y queso parmesano. Este último es opcinal, por eso lo coloco apartado de los demás.
Utensilios:
Sartén grande, boll grande, cuchara de palo, paila o sartén profundo.
Ahora les contaré qué hacer con todo eso:
En primer lugar hay que picar los vegetales y esto puede ser muy divertido si cocinan en familia o con amigos. La cebolla y los pimentones deben picarse en pedazos muy pequeños, pueden hacerlo en el procesador de alimentos, pero siempre es mejor hacerlo a mano porque así los vegetales conversan su humedad y sabor. Además esta actividad suele gustarle mucho a los niños y es una excelente manera de incluirlos en el proceso y enseñarles sobre cocina y trabajo en equipo. Cuando yo era niña, esta era de mis partes favoritas. Cuando eres niño y te dan una responsabilidad como cortar los vegetales, es algo especial y lo recuerdas siempre.
Cuando los vegetales estén listos, pasamos a la sartén. Es importante que esté muy caliente antes de verter el aceite porque si lo ponemos antes el aceite se quemará y eso cambiará no solo el sabor de nuestra comida, sino también el color, y en lugar de tener hermosas croquetas doradas, podrían terminar siendo marrones.
Sigo. Se echan a la sartén el atún, los pimentones, la cebolla y los ajos. La sal y orégano van al gusto de cada quién. Esto se debe dejar cocer a fuego lento hasta que se sequé y la cebolla adquiera un color dorado claro. El tiempo de cocción varía, pero esto no tomará más de 20 min. Al estar cocido se procede a reservarlo, pues para el siguiente paso de nuestra receta, necesitaremos que el atún esté frio.
Lo siguiente es la bechamel, que es una crema que se hace a base de leche o crema de leche en su defecto. Aquí necesitaremos la paila o sartén hondo y la cuchara de palo para remover. En la paila se pone a derretir la margarina. Una vez derretida se agrega la leche, un punto de sal y algo de nuez moscada. Es muy importante remover continuamente para que espese de manera homogénea. En cuanto hierva, es decir, cuando empiecen a brotar burbujas grandes de la superficie de nuestra crema, será momento de apagarla y dejarla reposar, pues también la necesitaremos fría.
Cuando tengamos ambas mezclas frías o a temperatura ambiente, las juntamos en un boll grande.
Las mezclaremos con la mano, porque hay que ir sintiendo la consistencia de la mezcla. Debe quedar como una masa, así que iremos agregando pan rallado a medida que vayamos sintiendo que lo necesita para estar lo suficientemente sólida como para armar bolitas. Es en este paso en el que agregaremos el perejil. Lo hacemos en este punto porque el perejil es una planta delicada y el calor podría quitarle su frescura, que es su gran aporte a este plato.
Una cosa que me gusta mucho es preparar la masa el día antes de freír las croquetas, porque además de ser un proceso largo, esta mezcla necesita reposo para estabilizarse. Con el reposo, los ingredientes sueltan mucho más sabor y la textura es más suave.
Una vez tenemos la mezcla preparada, podemos empezar a armar las croquetas. Y comenzamos poniendo en un plato un poco de pan rallado con orégano y queso parmesano (les repito, esto es opcional), a mí me gusta porque le da ese punto quesoso y crujiente que siempre cae bien. En otro plato, partimos los huevos y los revolvemos. Este será nuestro rebosado. Lo que le dará el crocante a nuestras croquetas.
Esta parte puede ser tediosa si lo haces solo, porque es muy repetitivo. Consiste en armar una bolita de masa pequeña con tus manos, pasarla por pan rallado, luego por huevo y de nuevo por pan rallado. Luego reservar. Como les digo, puede ser tedioso, pero si lo hacen en familia resulta en una experiencia bonita donde cada quien puede formar parte del sistema de armado y mientras uno hace bolitas, otro las empaniza y otro las pasa por huevo.
Lo último es freírlas y de esto sí debe encargarse un adulto.
No deben dejarse cocinar tanto, apenas para que se doren por fuera, pues es importante recordar que el atún y todos los ingredientes ya están previamente cocidos. Por fuera quedarán doradas y bonitas, por dentro tendrán todo el rojo y verde los pimentones y el perejil.
Pueden servirlas solas o con alguna crema que las acompañe, una crema tártara por ejemplo. Lo cierto es que el que las coma las amará, haya estado o no incluido en el proceso de preparación. Es una comida con mucho calor de hogar y tiene ese Plus que es la integración familiar a través de algo tan primigenio como lo es la cocina, la comida que es el corazón del hogar.
Cosas importantes:
Siempre calentar la sartén antes de poner el aceite.
Nunca dejar de remover la bechamel mientras está al fuego
Cuidar el punto de sal
Comer con placer y cocinar con amor.