-Bueno, estoy trabajándole un tema a un pana y lo invite a que lo mezclara conmigo, para que le metiera su perspectiva. En eso se nos fue toda la tarde. Ya eran como las 7 cuando, luego de ignorar como 10 llamadas, decidió atender el teléfono. “Claro que ya Salí. Estoy cerca, dame 5 y llego. Si, espérame en el carro.” Le oí decir afuera del cuarto.

-----Estábamos a 15 minutos del lugar donde era su fiesta. El carajo le iba a tener que echar bolas para llegar rápido. Ahí fue que me pregunto¬ “¿te llegas?”. Ahora yo le tenía que echar bolas también. Me puse una chaqueta de jean corriendo y ni me cepille los dientes, no sé por qué salí de mi casa.
-----Total que después de correr hasta la entrada de los castores nos paramos antes de atravesar los arcos y le dije a mi pana: “Ya va coño, no podemos llegar todos sudados. Además, a penas entremos a la residencia esa pana nos va a ver. Recuerda, esta noche tú eres el tipo.”
-----Resulta que la caraja que nos estaba esperando en el carro era la ex novia de mi amigo. Y resulta que este carajo todavía tienes peos que no resuelve con ella. Ya la caraja ha tenido como 3 novios una vaina así, y mi pana tiene novia y todo pero no sé, supongo que hay cosas que no se superan.
-----Le bajamos dos, respiramos y entramos. Éramos todos unos donjuanes. Yo no me había bañado ese día y mi pana tenía la cara brillante bañada en sudor. Como estábamos metidos en la película, no le paramos bolas y casi que caminábamos en cámara lenta haciendo una gran entrada. “Ahí está, hazle señas” dije levantando una mano.
-----Nos montamos en el carro y la primera parada fue en casa de una chica con la que yo estaba o estoy saliendo… no sé. Este peo fue hace 3 días y no estoy claro de nada. Segunda parada: la fiesta. Yo estaba como pajarito en grama sin saber si encajaba o no en la situación. Toda esa gente se conocía desde hace años y yo, como siempre, soy “el pana” de tal persona. “Hola, soy David” me le presenté a alguien, y me respondió: “Sí, el pana de alan” exacto pensé, “el pana”. Ahora si comenzó la reu.
-----Hablamos un rato y alguien tomo una foto. Alguien echó un chiste, todos nos reímos. Y así se nos fue un rato agradable hasta, que alguien se dio cuenta que aun no teníamos los tragos en la mano. Yo ya lo había pensado, pero como yo no puse para la botella no era mi peo. Un trago y pusieron música. Dos tragos y se pusieron a bailar. Todo iba bien hasta que lo noté. Uno siempre se tarde en encontrar algo que no está buscando, pero ahí estaba y ya era obvio. Me estaba sosteniendo la mirada. La ex novia de mi pana me estaba sosteniendo la mirada.

-Ay papi – dijo Eduardo, e hizo como si temblara- se complicó la cosa ¿no?

-¿A esta altura? No vale – prendí un cigarro – eso fue nivel fácil. Ahora es que comienza el peo.
-----me hice el loco y seguí hablando con una chama que estaba al lado mío, terminó odiándome, por cierto. Era hermosa, ojos verdes, personalidad fuerte, tatuajes; todo lo que me gusta. Pero bueno, mi atención no estaba realmente en ella sino en evitar la mirada de la ex novia de mi bro. La chama de ojos verdes me estaba diciendo algo de un país ahí, creí que era Bolivia pero me tuve que parar porque cuando le pase el trago que estábamos rotando a la ex de mi pana, la caraja al quitarme el vaso me acaricio la mano. En cualquier otra situación yo hubiera pensado “listo papa, coroné”, pero justo en esta situación era lo peor que me podía pasar. Y por supuesto, mi pana pilló la vaina de reojo y se hizo el pendejo.

• ¿Pillo la vaina? Ese carajo ya estaba claro hasta de las miradas. –Cesar calo del cigarro y escupió.
  -Sí, supongo. Total que salí de la cocina y me fui a la sala. Puse un rock de esos míos y como estaba solo le subí un poquito y ataque el trago que me robe sin que nadie supiera. Yo no había cenado y ya para ese momento, después de dos vasos de esos, estaba entonado. Al ratico llego mi pana y hablamos de la vida. Uno se pone filosófico con un poquito de alcohol y de repente le encuentras un significado profundo a la letra de una canción, que en ningún momento cambio tu vida, pero en ese instante, juras que te hizo una mejor persona. Llegaron y se terminaron unas arepitas fritas. Chiquiticas, pero con el hambre que tenia eran un manjar. En eso se fue un rato más de la noche.-------La fiesta se mudo a la sala y yo no sabía donde había dejado mi chaqueta. La pana de ojos verdes seguía hablando de otro país, pero yo tenía frio así que cogí un suéter que estaba sobre un mueble. Pensé que me quedaba pequeño pero ya estaba tan ebrio que no me importo. Entonces alguien levanto la voz del otro lado de la sala y dijo “ese suéter es mío” y claro, quien mas podría ser que la ex de mi pana. No sé que se me metió por dentro pero cuando me dijo que se lo diera le respondí que no y ella comenzó a perseguirme. Dentro de mi ebriedad pensé que sería buena idea ir a la cocina donde ya no había nadie y ella, por supuesto, me siguió.
  -----Ya en la cocina terminamos uno frente al otro. La caraja sonriendo me dijo “quítatelo” y yo, claro, le sonreí y le respondí “quítamelo”. No pasó un segundo y ya nos estábamos besando. Ella besaba muy bien y a mi ya no me importaba nada. La cuestión es que en ese instante rompí el código. Rompí el código de los “bro” y de paso, rompí una de las reglas más importantes en él: “la ex de tu pana no se toca”.
  -----Yo estaba distraído, claro, pero no lo suficiente pare obviar el ruido que hizo la puerta que conectaba con la sala al abrirse. De una me aparte de la caraja, me quite el suéter y se lo di. Baje la cabeza como si así no me verían la cara y lograría ocultar mi identidad. Al salir de la cocina pase al lado de la persona que estaba entrando pero no la vi. No sé si lo que me evito ver fue la ebriedad combinada con el sentimiento de culpa pero, hasta el día de hoy, no sé quien entro a la cocina.
  -----Total que regrese a la cocina después de un rato, no se a que. Quizás a hablar con la ex y decirle que teníamos que guardar el secreto de lo que había pasado, pero no la encontré a ella. Me encontré con la chama con la que yo estoy saliendo, o no. No estoy muy seguro. La chama se me acerco y me beso. Yo me sentía en una peli surrealista. Al instante me sintió distraído y me pregunto “¿Qué te pasa?”. De una le dije que había roto el código. Su respuesta es algo que hasta el día de hoy no entiendo: “lo sé, ella me dijo. Se sintió un poco mal por hacerlo ya que tú me gustas. Pero a mí no me importa.” Me beso de nuevo y se detuvo de repente. Como llego, salió de la cocina, y acto seguido se fue de la casa. Hace tres días que no se de ella.

-Ay claro papi, la que entro a la cocina fue ella y lo vio todo. Yo también estaría arrecha.

-Aja, y ¿para qué me beso entonces?
-Para nada, esa jevita no fue la que entro a la cocina. El que entro a la cocina fue tu pana. – Dijo cesar apuntándome al pecho con un dedo.
-Como sabes que… - no termine de hablar.
-Coño pana es obvio – botó el humo del cigarro y escupió. Definitivamente le gustaba hacer eso. –déjame ponerme en los zapatos de tu pana. El carajo está pendiente de su ex y ve que te está echando el ojo. De repente, se da cuenta que su amigo con quien tiene toda la noche hablando no está, y al mismo tiempo se desaparece su ex. Como no es estúpido, se para y comienza a buscarlos a los dos. Y ¡Bum! Lo encuentra casi tirando en la cocina.
-Bueno, solo fue un beso…
-Para el no. Marico solo imagínate, esa jeva ya no va a ser lo mismo. Ahora si es que en un futuro la puede besar se va a imaginar que se está tragando tu saliva. Dime una vaina, ¿te preguntó?
-¿Qué?
-Conmigo no te tienes que hace el güebon.
-Bueno, sí. A la mañana siguiente se metió por debajito de la mesa y me dijo “¿Qué paso ayer, que tu novia se fue a mitad de la noche?” Le dije que no era mi novia pero siguió: “aja, pero ¿qué le hiciste? Por que se fue arrecha” no hice nada, le respondí, pero volvió y pregunto “está bien, no le hiciste nada, pero ¿le dijiste algo? O ¿te besaste con su mejor amiga?” ahí se me prendieron todas las alarmas. De inmediato supe que la caraja no era solo la ex de mi pana, sino la mejor amiga de la chama con la que estoy saliendo, o no… no estoy claro. Fue una pregunta demasiado especifica. Pero por eso sé que él no entro a la cocina. De haber sido él, no habría tenido que preguntar nada. El solo sospechaba que algo había pasado.
-Esa pregunta fue así de especifica porque te quería escuchar decirlo. Y ahora a demás de violar el código, quedaste como un mentiroso. Te caíste con todos los quilos.
-Como sea, no sé a ciencia cierta quién fue, ya que carajos.
-Papi, y ¿Qué paso con la chamita de los ojos verdes? La que te gusto. ¿Por qué te odia?

-Ah! Claro, resulta ser que al día siguiente mientras desayunábamos alguien dijo que esa reu fue especial ya que algunos se irían del país pronto, al decirlo señalo a la chama de los ojos verdes. Yo, de buena fe le pregunte que a donde se iba. Y la caraja, molesta, dijo de una “No pude ser. ¿De pana?” yo no sabía de dónde salía ese mal humor y ahí mismo me dijo que tenía toda la noche diciendo y diciéndome que se iría a Perú. De inmediato recordé la conversación que tuvimos en la cocina mientras yo intentaba evadir la mirada de la ex de mi pana. Ella no estaba hablando de ecuador, estaba hablando de Perú, que le encantaba ese país, que estaba emocionada y todo el cuento que yo había ignorado, como todo un patán. “Marico, si vas a ignorar cada cosa que te diga, es mejor que no me hablas y ya”, me dijo y se paró de la mesa. Así que para recapitular, me gane una enemiga, perdí una posible novia y mi mejor amigo desconfía de mi. Esa noche no tuve que haber salido de mi casa.