Mother! (2017, Estados Unidos): él los perdonó; ella, no

in #cine6 years ago (edited)

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Mother! es la séptima entrega del director neoyorquino Darren Aronofsky (Requiem for a dream, 2000) quien atribuyó la historia a una noche de epitafio artístico y en solo cinco días tenía listo el primer borrador de la historia. Mother! cuenta la participación de galardonados actores: Jennifer Lawrence (Silver Linings Playbook, 2012), Javier Bardem (No Country for Old Men, 2007), Ed Harris (The Truman Show, 1998) y Michelle Pfeiffer (Dangerous Minds, 1995).

No voy a hacer una explicación de los significados y símbolos de esta película; ni mucho menos, explicar la película. No entiendo cómo los usuarios o el público en general no confían en sus intuiciones, e individualmente, hacen una introspección de los significados que plantea este film. Es easy peasy.

Se me hizo tediosa la búsqueda de datos e información interesante para hacer el ensayo de Mother! debido a la cantidad de páginas web que solo se daban a la tarea de dar respuestas y explicar lo que sucede en la película. El público se está malacostumbrando a que las películas tienen que explicarlo todo, y no se trata solo de entender; también se trata de lo que se siente y la interpretación subjetiva de cada quien.

Mother! es uno de esos films con los que te puedes cruzar con cientos de opiniones y una cantidad infinita de interpretaciones en aquello o lo otro, y eso es excelente en una obra. De esta película tengo tanto que decir, pero sólo debo concentrarme en un aspecto a resaltar, o esto ya no sería una crítica, sino un halago y fanservice, y por más que quisiera halagar tanto al director como a la película, tengo que hablar sobre mi experiencia y mis argumentos a uno de sus elementos.

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Mother! presenta elementos cíclicos en la puesta en escena y en la puesta de de cámara para decirnos que todo es un patético eterno retorno. Se nos presenta esta idea de que nuestra historia humana es un sinfín de intentos de nuestros dioses para darnos constantemente oportunidades y un significado a nuestras vidas. Y este conflicto de perdonarnos o no, se ve inmersa en el trama una y otra vez. Es un círculo vicioso, al fin y al cabo.

En la dirección de arte del film se pueden encontrar elementos geométricos, que, junto con significados religiosos, establecen símbolos dentro de la narración que desarrollan este tema. La casa tiene forma de octágono, representa el número ocho, y en la Torá esto significa los eternos comienzos; la nueva tierra; los nuevos cielos. Es decir, que la casa simboliza a la tierra y sus constantes cambios. Esto nos establece que vamos a ver una historia cíclica. fuente fuente

A estos aspectos cíclicos o de eterno retorno los acompaña la cámara, que mediante tomas muy cerradas y casi claustrofóbicas, hacen movimientos de manera suave y circular, envolviendo en tono claustrofóbico a nuestro personaje principal. Se aprecia esto en una de las primeras escenas, cuando Madre busca a Poeta y vemos un rodeo por la casa de forma casi circular.

A su vez, la cámara sirve de sombra de Madre y esto es un elemento narrativo muy importante. Solo nos van a contar un aspecto de la historia y no es omnisciente como nos gustaría que fuera para que nos respondiera todas las dudas que se van generando durante la película. Solo la tenemos a ella como testigo y al igual que ella, nos frustramos porque no entendemos nada. Esto hace que el terror se condense más y genere más tensión. El seguimiento de cámara recuerda la película húngara El hijo de Saúl (2016).

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Guste o no, Mother! es una película de terror, pero se vale de este género y los elementos esenciales que lo caracterizan para contar algo más, algo mayor. No importa lo que sea: si es la dicotomía entre lo idealista y lo material; o si es un historia sobre lo cruel y terrorífico que son las relaciones de pareja, que es uno de los aspectos que me hubiese gustado hablar, pero será en otra ocasión; o como el sentido del tiempo se diluye a través del montaje, que es un elemento muy interesante de plantear; o también el aspecto del diseño sonoro, que nos va adentrando más en el malestar de Madre y es un recurso armonizador con el ambiente que genera la dirección de arte; o ese entrecruces entre las creaciones ficcionales que ha generado la humanidad desde los inicios de los tiempos para justificar su existencia.

Aunque las intenciones del director son claras, al poner a Dios como un patán idiota, con delirios grandeza y buscando atención por donde sea, recurre a todos los elementos del cine de terror y suspenso para contarnos una historia oscura para expresarnos un aspecto muy humano: El amor como el responsable de los males y terrores de la humanidad.

“Hubert Selby Jr., autor de Réquiem por un sueño (2000), me enseñó que a través de la observación en las partes más oscuras de nosotros mismos es donde encontramos la luz” (Aronofsky, 2017)

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Y lo logra, pues la dirección de foto crea una atmósfera donde sentimos incómodos en esa casa cual Bebé de Rosemary con los claroscuros y con una imagen granulada que constantemente nos hace sentir en tensión. Los intrusos dan terror porque sabemos que hay algo que está mal en ellos, pero no sabemos qué es ni sus intenciones. Al principio pensamos que Madre es una bruja y ellos vienen a quemarla o algo por el estilo. Una sensación parecida sucede en Los Otros (2001) en cual juegan con nuestra incertidumbre.

Luego todo se vuelve surrealista a lo más estilo Buñuel en el Ángel Exterminador (1962) para que nos sintamos aún más perdidos y empecemos a frustrarnos aún más, y estar perdidos frustra y desespera. Esta frustración, este terror, esta tensión que genera hacen que al final, después de verle la tostada al pan, nos apiademos de Madre y podamos, más que tolerar, tener alteridad con ella. Ver desde su punto de vista, una historia de terror sobre unos extraños que entran sin pedir permiso a un hogar, que no está lista, que sigue construyendo con esmero, y quieran destruirlo... porque YOLO... ¿Madre no tiene suficientes razones para molestarse? ¿Para destruirnos? ¿Para odiarnos?

Miguel Alfonzo la primera versión de este escrito

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