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La figura del héroe es tan antigua como las civilizaciones y las religiones. Buda, Cristo, Gilgamesh y Moisés, fueron héroes. Los héroes, dioses y semidioses comparten una estructura psicológica común: son héroes porque emprenden un viaje en busca de un objetivo, enfrentan mil obstáculos, luchan, son esforzados, bajan al averno, tienen encuentros con sabios que los educan, descubren su verdadero Yo, vencen poderosas fuerzas oscuras que se les oponen, salvan su aldea, su mundo, y regresan cambiados, tal vez cargados de años y de gloria, a pasar sus últimos días con los suyos, casisiempre en el mismo punto o hito desde donde partieron en su larga jornada.

La primera gran obra literaria de Occidente donde se ejemplifica el viaje del héroe es en la Odisea de Homero. Odiseo sale de Ítaca, triunfa en la guerra de Troya donde tantos héroes aqueos caen, incluyendo a Aquiles, trata de regresar a su aldea al lado de su esposa Penélope y su hijo Telémaco, pero debe luchar durante más de 20 años con monstruos y sirenas, llegar a islas alucinantes, naufragar, sobrevivir y ser salvado por la dulce doncella Nausica, armar un barco, hacerse nuevamente a la mar, hasta poder –ya casi anciano- arribar a las costas de su amada ciudad. E incluso allí tiene que batallar a muerte contra los osados pretendientes de su mujer, a quienes vence y mata para, finalmente, reinar feliz y agradecido de la vida hasta el final de sus días.

Con sus variantes, casi todos los guiones exitosos de Hollywood tienen esta estructura, incluso las comedias románticas, las cuales no debemos confundir con el sitcom, que tiene otra estructura que más adelante analizaremos.

Fue Joseph Cambell, en su libro El Héroe de las Mil Caras, quien nos hizo notar que la estructura del viaje del héroe forma parte del inconsciente colectivo, que se repite en nuestros sueños (el inconsciente individual freudiano), en las leyendas y mitos (en los arquetipos y el inconsciente colectivo de C.G. Jung), así como en montones de obras literarias de todos los continentes y culturas.

Campbell tuvo el acierto de analizar las estructuras de esas leyendas y obras literarias, y descubrió que El Viaje del Héroe se puede estructurar (con variantes, como siempre), en 12 pasos o hitos. Hollywood y sus guionistas lo hacían de manera normal, por simple herencia cultura proveniente del teatro y la narrativa, desde los primeros grandes guiones de la industria como Casablanca.

A partir del análisis de Campbell, el modelo del viaje del héroe se estandarizó y se hizo imprescindible la formación de los guionistas en las escuelas de cine.

1.- El Universo estable

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El primer hito de este modelo de historias, de este tipo de guiones, es mostrar el espacio, el universo donde vive nuestro personaje. Aún no se ha convertido en un héroe, pero tal vez anhela serlo. Puede que ni siquiera sueñe con salir de su entorno, que sea muy feliz con su vida sencilla. Pero el destino le tenderá una jugarreta, y lo obligará a salir de allí en busca de una misión.

Pero no debemos adelantarnos, ni en este post, ni en tu guión. Primero debes mostrar a tu personaje tal y como es en la vida normal: quiénes son sus amigos y su familia, dónde vive, en qué trabaja, si es feliz o infeliz.

Frodo es un personaje feliz en su pequeña aldea, cultivando la tierra, amado por sus amigos, quienes le celebran el cumpleaños con una gran fiesta.

Por el contrario, Harry Potter es un huérfano muy infeliz que vive en un cuartito debajo de la escalera, en casa de unos tíos insoportables.

Sin embargo, sus universos son estables, ellos conocen las reglas de juego, y si las cumplen sus vidas pueden seguir un curso predecible y sin sobresaltos. Si Harry Potter no insiste en la magia ni hace caso de las cartas que le envían desde la academia de Hogwarts, puede llegar a tener una vida mediocre, se graduará, tendrá un trabajo como todos, se irá de casa de sus tíos, se casará con una compañera de la oficina, tendrá hijos, irá el fútbol los domingos… Esto no sirve para un filme.

Por otra parte, Frodo seguirá cosechando la tierra, beberá cerveza de vez en cuando con sus vecinos, esperará los inviernos, verá pasar lentamente los veranos, hasta que su vida se acabe… Sería una película aburridísima…

Justamente, en el momento en que inician el viaje del héroe, estos personajes ordinarios se convertirán en extraordinarios, como Peter Parker cuando lo pica una araña radioactiva. Y lo que nos atrae de ellos es precisamente cómo se pueden convertir en héroes, algo que nosotros, como bien señaló Aristóteles en La Poética, no podemos hacer en la vida real.

Durante los primeros cinco minutos de la película, el personaje vivirá apaciblemente en su mundo inmóvil, estable. Puede que sea feliz como Frodo, puede que acepte con resignación su condición de “raro” heredada de su padre como Michael J. Fox en “Volver al Futuro”, puede que esté soñando con salir de su aldea a volar en la Flota Imperial, como Lou Skywalker en La Guerra de las Galaxias.

Pero ese universo estable, con reglas que no deberías romper so pena de meterte en problemas, siempre se muestra en la apertura de este tipo de filmes. Piensa en Neo en Matrix: un programador de computadoras que tiene un trabajo mediocre en una corporación, aburrido, que es medio hacker para redondear el suelo. Hasta que la computadora comience a hablarle y él le haga caso y “siga al conejo blanco” (como Alicia en el País de las Maravillas, esto no es casualidad), su vida estará rodeada de un mundo feliz, tal vez triste, pero plano, tedioso.

Y claro, esto sirve de presentación, pero el espectador se aburriría enseguida de ese mundo plano y aburrido, si no ocurriera algo que detona la acción, que desencadena las emociones.

Este detonante (que algunos guionistas llaman “desencadenante”), suele ocurrir entre el minuto 7 y 10 de la película. Si a esa altura no ha ocurrido (en la página 10), el lector de Fox o el productor de Sony tirará tu guión a la basura, y dirá “¡Next!”

¿Qué pasa en este punto? ¿Qué es el desencadenante?

Por ahora, puedes darte cuenta de que incluso en este artículo, si has terminado de leerlo, hemos dejado abierta una intriga. El mismo artítulo se comporta como el viaje del héroe. Hemos hablado de un universo estable, y tú te lo has imaginado recordando películas que todos hemos visto.

Te hemos hablado de que ese universo estable va a estallar, y tú preguntas: ¿cómo estalla?

Pues bien, eso significa que te ha atrapado la estructura del viaje del héroe incluso cuando se analiza desde un punto de vista conceptual como aquí. Esperas un cambio en ese universo estable, algo grande va a pasar. Es lo que debes y debemos hacer con nuestros guiones, siempre que queramos seguir el modelo de Hollywood.

Piensa en tus personajes, en su mundo estable, sus amigos, su familia, su trabajo, sus sueños secretos, y ve preparando algo que lo cambie todo, para que tu héroe emprenda el viaje.
Nos vemos en el próximo post.

Óscar Reyes-Matute
(Samuel Ibn Motot / שמואל אבן מתת)

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