Distopías y Utopías... Reflexiones sobre el Protocolo
“SOMOS MUCHO MÁS HÁBILES PARA FABRICAR DISTOPÍAS, QUE PARA BUSCAR UTOPÍAS.
PORQUE SOMOS MÁS HÁBILES PARA CREAR EL INFIERNO QUE PARA INVENTAR EL CIELO” - Margaret Atwood.
Esta aseveración llamó poderosamente mi atención cuando la leí. Son frases muy reveladoras desde el criterio de la escritora.
Ahora reflexiono para mí misma este pensamiento de Margaret:
Antes que nada, eso de comenzar con “Somos” me parece que es mucha gente, porque no me incluyo en esa ‘'fiesta’’ de distopía. Y segundo, si ella se incluye es que entonces forma parte.
Desde el punto de vista de una escritora de su altura, es comprensible que el sufrimiento y la tragedia de ese infierno tengan un motivo de existir, así como para cualquier escritor. Sin embargo, la utopía va más allá. No es un simple desafío a la imaginación. Es mucho más. Se requiere de una condición para escribir utopías, si no se tiene o no se ha desarrollado, o se ha perdido, entonces solo “somos más hábiles para crear el infierno...” como dice Atwood.
Esa condición no sería siquiera tan especial -si hubiésemos aprendido más, a buscar soluciones que a disfrutar del sufrimiento-, ya que por otra parte, tenemos que asumir que el morbo del drama lo llevamos todos muy bien oculto. Quizás por ello, la distopía sea lo más común y también nos resulte más familiar, más creíble y además, es mucho más comercial. En cambio la utopía nos lleva a explorar por el camino de la imaginación a través de los sueños, algo menos creíble, pero por donde hay que transitar obligatoriamente y abandonar esa parte de nosotros atraída por el sufrimiento, para explorar desde lo imaginario y sin temores, ese lugar inspirador donde yacen todas las soluciones que almacena el universo.
Lo que observo es que, sin darnos cuenta escritores, poetas, guionistas, cineastas, etc., están conduciendo el imaginario colectivo hacia ese sendero que menos favorece a la humanidad: el infierno, donde existe el caos, y por lo visto, os gusta más. Nada que juzgar por ello, pero luego no os lamentéis. Ah, pero sí marco distancia... y aquí termina mi reflexión.
El Protocolo como utopía
https://www.angelsfortuneditions.com/libro/el-protocolo_118152/