LA ALEGRÍA DE VIVIR (CUENTO)

  La tristeza y la queja invadían el corazón de un rico que vivía en la metrópoli de la ciudad. No había nada que alegrara el alma de Saúl solo el dinero y lo materia, era lo único que importaba; cuando faltaba esto, sentía que nada tenía sentido.  Así que un día sufrió un fatal accidente que lo dejó sin la posibilidad de caminar nuevamente, sus familiares y amigos no lo podían creer. Saúl,  entristecido decidió gastar todo su dinero en tratamiento y terapia en un intento de volver a recuperar sus piernas. Una palabra de aliento no le bastaba, quería ver buenos resultados en su recuperación pero todo fue en vano. Los médicos le explicaron que el daño sufrido en sus piernas era irrecuperable. Saúl se hizo presa de la angustia al saber que no podría caminar. Entró en un estado depresivo al no poder asumir con fortaleza su destino.  

Un amigo, al ver a Saúl derrotado lo sentó frente al firmamento y le hizo un llamado de reflexión haciéndole observar lo hermoso de la naturaleza y lo mucho que lo amaban sus seres queridos razón, por la que valía la pena seguir viviendo a pesar de sus limitaciones, pues la felicidad la debía hallar a través de una actitud positiva ante la vida.  

A partir de ese momento Saúl se propuso un reto; encontrar la alegría de vivir a partir de lo que tenía, con sus debilidades y fortalezas, pues quedo en evidencia que el dinero no todo lo puede solucionar. Concluyendo: En que su energía interior y las ganas de vivir, son los  ingredientes fundamentales con los que debemos aprender a convivir…   

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