Espero que no te importe que heche mi mente a volar en este asunto, ya que tocastes un tema apasionante. Yo personalmente creo que el conocimiento es una de las dos llaves que abre el cofre de la conciencia. Un ser puede(o un grupo de personas, o una nación) ser extremadamente culto y tener pleno conocimiento de lo que necesita para progresar, pero de acuerdo a sus valores puede elegir también hacerlo pisando las cabezas de todos los demás(o peor, manipulandolos sagazmente como si fueran marionetas a lo Maquiavelo). Contrariamente a esto, también puede apostar a desarrollar una relación empática de ida y vuelta en la que los demás también lo ayudan a avanzar e intentar liderar.
Contrariamente a lo que casi todos creen, lo que determina que camino vaya a tomar, además de sus propios valores internos(tambien se aplica en el caso de una sociedad), es su grado de desarrollo de la empatía.
La empatía es la otra llave que abre el cofre de la conciencia.
¿Saben la UNICA ventaja que tuvo el ser humano por sobre los animales, y que le permitió dominar sobre ellos y construir todo lo que conocemos, incluyendo la internet? Es la habilidad de ponerse de acuerdo y trabajar juntos en pos de un fin común, o sea, la sociabilidad.
Pero esa habilidad de trabajo en equipo no necesariamente implica confianza, y como los barones medievales demostraron ampliamente, saltandose a la garganta los unos a otros ni bien derrotaban al enemigo que tenían en común, es bastante barbárica si no tiene empatía pero efectiva(para progresar). Este tipo de comportamiento no tenía grandes consecuencias en un mundo sectorizado, como el medieval, pero en un mundo globalizado es CATASTROFICO para la estabilidad de todo lo que conocemos.
La forma sucia de hacer politica actualmente a lo largo del mundo, la prepotencia y manipulación con la que se tratan entre paises hermanos(y ni que hablar de los lejanos), todo tiene asiento en una manera psicópata de ver la vida, donde todas las personas y paises son nada más que herramientas a ser usadas en el juego de adquirir poder a cualquier precio y vale cualquier cosa con tal de subir de escalafón y lograr un objetivo.
Si realmente queremos empezar a cambiar el mundo, necesitamos enseñarles a las nuevas generaciones empatía y liderago, habilidades escenciales para un mundo super globalizado y que sin embargo pocas personas poseen.
Con un poco de suerte, las personas que también desarrollen paralelamente el conocimiento, llegarán a una concencia superior y serán los lideres del mañana.