Nunca dejes de ser joven
La juventud es una etapa que vive el ser humano por un periodo desde los 15 a los 25 años, en donde va madurando a nivel emocional hasta llegar a la adultez por las experiencias de vida que se van atravesando poco a poco, se puede decir que cada persona va buscando encajar y resaltar dentro de un grupo social mientras va formando su personalidad explorando sus gustos e intereses.
Ser un joven en Venezuela requiere de muchos retos personales y de un crecimiento mental y emocional como lo dice en la anterior premisa pero a una velocidad aún mas rápida, todo esto debido a muchos factores económicos y sociales que afectan al país y que bueno, se han ido intensificando justamente cuando estoy a mitad de la mía.
Puedo decir que desde mis 15 años que es en donde la juventud a según comienza creía que todo iba a ser muy fácil, a mitad de bachillerato en donde se vive día a día yo decía que mi vida iba a estar basada en rayar paredes con spray y estudiar cosas totalmente contrarias a las que empecé poco tiempo después, al terminar el bachillerato tienes una de las decisiones más grandes que puedes tomar y una de las peores preguntas que te tienes que responder ¿Que carajos voy a hacer con mi vida?. He ahí el primer golpe de madurez que recibes en la juventud, aquella pregunta que retumba en la cabeza y que te tienes que responder rápido por todas aquellas cosas que quieres lograr conseguir.
Mi respuesta en cierto sentido fue rápida, dado que a los meses de graduarme del bachillerato empecé mi carrera de universidad de la cual hablare en un próximo post, pero al elegir mi carrera pude imaginarme hasta cierto punto la persona adulta que quería llegar a ser, pero aún necesitaba en cierto modo ayudar a la economía de mi hogar puesto que mi universidad es paga y que para hacer las cosas del día a día ya no podía depender de mis padres monetariamente; he ahí el segundo golpe de madurez, el conseguir un trabajo para mantenerte a ti mismo de alguna manera debido a que en este país un sueldo es para sobrevivir hasta el mes siguiente que vuelvas a cobrar. Tomé la decisión de conseguir un empleo con escasos 17 años de edad y el resultado fue exitoso aunque un poco de “Gato por Liebre“ debido a que no fue lo que yo esperaba y con una de las organizaciones con las que menos esperaba trabajar, algo a lo que me negaba a hacer desde que tuve consciencia pero le eche bolas, fueron dos largos años desde que comencé a trabajar en ese lugar que después diré con más detalle que era, pero fueron casi dos años de altos y bajos y de tener un cambio total entre trabajar de día y estudiar de noche.
Claro que disfrute cada segundo de lo que la juventud significa al estudiar y compartir con los amigos de la universidad, de el día a día en el trabajo, de viajar y hacer distintas cosas con mis amigos y pareja pero que fueron siendo más difíciles mientras la crisis del país afectaba nuestros bolsillos y hacía que cada vez nos viéramos menos pero que con todo eso podíamos reunirnos de vez en cuando.
La crisis agudizó desde hace dos años y como joven ganando poco, tuve que cortar varios semestres hasta el punto de congelar la universidad hace poco debido a que me quede sin trabajo, lo cual fue como un tercer golpe de madurez al tener que buscar un reinicio en mi vida, investigar y pensar que hacer con mi futuro y labrar el camino de nuevo para realizar todos mis sueños.
Ser un joven en Venezuela significa muchas veces crecer muy rápido y hacer sacrificios que en otro tipo de sociedades no son muy comunes, pero nada de eso te impide hacer las cosas que se hacen en la juventud y que son esas las experiencias que te ayudan a llegar a la adultez, y puedo decir ahora que voy a mitad de camino que si he visto el cambio en la persona que soy ahora y que a pesar de todas las experiencias buenas y malas, son esas las que te ayudan a madurar mientras disfrutas plenamente tu juventud.