La ingeniería del sonido: el silencio y el ruido son iguales.

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Saludos mis queridos habitantes de planeta Steemit bienvenidos una vez más a mi rincón creativo.

En esta oportunidad navegaremos por la dimensión del sonido, descifrando dos de sus componentes, que en apariencia, parecieran ser antítesis, pero se van a sorprender, como lo hice yo, cuando investigué sus procesos.

Acompáñenme a descubrirlo.

Primeramente vamos a definir qué es el sonido:

El sonido, del latín sonitus, lo define el diccionario de terminologías universales, como ruido, chirrido, rugido, etc.
En física, es todo fenómeno que prolonga la propagación de ondas mecánicas –sean audibles o no – generalmente a través de un fluido u otro medio elástico que esté generando el movimiento vibratorio de un cuerpo.

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El especialista en ingeniería del sonido, el doctor Harvey Schifman – 2001 – en un trabajo de campo realizado con la espiral de ondas vibratorias, aplicándolo luego en los humanos, a fin de indagar cómo el oído humano, puede decodificar el sonido. Entre muchos experimentos, llegó a la concluir que el sonido humanamente audible, consiste en ondas sonoras y ondas acústicas, que se producen cuando las oscilaciones de la presión del aire, son convertidas en ondas mecánicas en el oído humano, que luego son percibidas por el cerebro.

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La propagación del sonido es similar en los fluidos donde el sonido toma la forma de fluctuaciones de presión.
Harvey añade, que en los cuerpos sólidos la propagación del sonido, involucra variaciones del estado tensional del medio, y dependiendo de la tensión y distensión se establecen variaciones que van del silencio al ruido.

Entonces silencio y ruido son dos variaciones de una misma cosa.

El silencio

Es una sensación subjetiva que percibimos cuando no existe ningún sonido que supere el umbral de nuestro sistema auditivo. Por lo tanto, no llama nuestra atención. No existe el silencio absoluto, salvo en el vacío, no obstante, el ser humano nunca está en silencio absoluto, porque se escucha a sí mismo. Escucha sus órganos internos, su respiración, su garganta cuando traga. Incluso las personas sordas, se escuchan a sí mismas – en un post pasado ya he hablado al respecto-.

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El ruido

Al igual que el silencio, el ruido es una vibración, en frecuencias desordenadas e inarmónicas, donde cuesta reconocer patrones y elementos que se diferencien de otros. Subjetivamente son sonidos no deseados.

Ahora bien, esclareciendo ambos conceptos, podemos establecer la diferencia entre uno y otro.

Deducimos entonces, que la diferencia radica, en la falta de armonía en el segundo.
El silencio obedece a un patrón de frecuencias distinguibles, mientras que el ruido, no obedece a patrones aparentes, considerándose como una anomalía del sonido.

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Se establece luego, un paralelismo entre ambos fenómenos vibratorios por sus cualidades, agradable y desagradable. Podemos escuchar el sonido de una llovizna, aparentemente imperceptible al oído, pero subjetivamente la asociamos con la frescura del viento y la visualización del paisaje apacible y automáticamente decodificamos en nuestro cerebro que es un sonido silencioso agradable y armonioso.

No ocurre igual cuando escuchamos un taladro que groseramente rompe el pavimento, enviando a nuestro cerebro un mensaje inarmónico de un ruido que crea en nuestras emociones un impacto violento.

En la fonética, también los sonidos se componen usando las partes del cuerpo para describir las variaciones del sonido, que va desde el silencio al ruido con representaciones onomatopéyicas para asemejar un animal o cosa. Así por ejemplo, para representar al silencio se usa- sssshhhh- y para representar sonidos más tangibles, recurre a la imitación característica de las cosas o de los animales.

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En telecomunicaciones, el ruido es una anomalía, que interrumpe la señal, generando perturbación, impidiendo la emisión de un discurso con claridad.

Con respecto al área musical, el ruido es considerado, un sonido sin tono, indeterminado, descontrolado, estridente, no musical e indeseado.
Por su parte el silencio, es considerado, la armonía en sus frecuencias más bajas, pero igualmente perceptibles, cargadas de armonía y belleza musical.

Tal percepción se puede observar en las composiciones del género clásico de las sinfonías de los grandes compositores como Beethoven, Mozart, Van, Litz y muchísimos otros compositores de la historia musical del mundo.

En ese particular, el genio militar Napoleón Bonaparte dijo alguna vez, una frase no muy afortunada, señalando que:

“la música era el menos molesto de todos los ruidos”

Luego tratando de remediar el entuerto agregó:

“La música es el más bello de todos los ruidos, pero ruido al fin”. ...Mmmm, Creo que no lo arregló mucho…

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En lo único que coincidió con los estudiosos de tal fenómeno auditivo, es que, ciertamente, la música y el ruido se producen por la vibración de las moléculas de aire, pero, mientras la primera, organiza intelectualmente ese proceso para producir una emoción, el segundo es, una mezcla anárquica sin finalidad concreta, que provoca disgusto y crispación

Hasta aquí les acompaño amigos, con la promesa de volver con más del mejor contenido

Son muy amables al leerme. Infinitas gracias