Concurso # 10 / Sobre la existencia y otros quesos: Reflexiones.

¡Saludos iluminados!

Queridos amigos lectores, paso a dejarles mi participación en el concurso, patrocinado por la comunidad curadora Minnowhelper, espero complacerlos con esta grata lectura.

Desde que tuve lucidez de mis pensamientos y emociones, a muy temprana edad, digamos unos tres años, no recuerdo con claridad, he sido una persona con una aguda sensibilidad ante la percepción de las cosas externas y también de las menos tangibles al ojo físico.

Siempre despertaba en mí, la imperante curiosidad por conocer los misterios de la vida, su origen, sus procesos, la diversidad de sus formas y cómo opera cada especie en su correspondiente habitah. Y después de ella, el enigma de la muerte, _ ¿qué sigue luego? _. No me conformaba con aceptar que después de ella no venía nada más, no concebía la posibilidad de que la existencia fuera algo tan básico, existiendo un organismo tan extenso y plural como el universo.

Digo lucidez, para referirme al momento en que somos capaces de crear autonomía, para elegir que pensar y que sentir, sin estar condicionados por la infinidad de creencias limitantes a las que somos sometidos desde edad temprana. En una transferencia de legados que se repite recurrentemente a través de las generaciones que nos anteceden y cuya herencia continuamos transmitiendo a nuestros hijos, nietos y sigue y sigue y sigue…

Y lo más preocupante, es que lo hacemos con el más elevado de los orgullos como cuando entregamos la más emblemática de las ofrendas a nuestros descendientes.

Sin caer en cuenta, que lo que hacemos, es repetir un rosario de patrones automatizados con pensamientos e ideas caducas y retardatarias, que lejos de aportar beneficios edificantes a las sucesivas generaciones, lo que logramos, es estancar la conciencia de nuestros sucesores y la nuestra propia.

Pero ojo, no os sintáis mal, ni os culpéis por esto, somos víctimas también, y nuestros antepasados y los que venían detrás de ellos también. Porque como se trata de una transferencia de creencias, nuestros ancestros, lo hacían con la finalidad de preservar la especie. Y eso está bien, no pasa nada.

Pero recordemos que el mundo se desarrolla en una constante evolución y a la par debe ir el pensamiento, renovándose constantemente a la vanguardia de las nuevas tendencias.Bien, vamos a respirar un poco y luego veremos cómo acomodar todo este embrollo.

He aprendido a lo largo de mi tránsito por este planeta no soy extraterrestre ¡lo juro! sólo que soy un ser cosmológico, y así como existe un macrocosmos allá afuera, yo tengo el mío propio dentro de mí.
Y… ustedes también.

¡Pero bueno, bueno! a nuestro queso:

Si porque de eso se trata la vida, de escoger a tu manera como la quieres vivir, como cuando escoges en una gigantesca bodega de quesos curtidos, el de mejor sabor y olor acorde a tu preferencia, sin condicionamientos ni escogencias sugestivas.
Y lo que vale más, darse cuenta que somos seres con una capacidad infinita de ser, de amar, de hacer y de evolucionar hacia peldaños muy elevados de conciencia. En el que existen infinitas posibilidades de vivir una vida llena de plenitud, de abundancia ilimitada, pudiendo alcanzar todo cuanto nos propongamos.

Para lo cual, se hace necesario deslastrarnos de viejas convicciones equivocadas, que nos impulsaron a cometer acciones igualmente equivocadas.

Vivir y dejar vivir, liberarnos de los apegos genealógicos, quitarle la pesada carga de la culpa a nuestros padres, hermanos, familiares, amigos, pareja. Dejar el necio empeño de acreditarles los traumas y desgracias de nuestra vida a ellos, cuando los pobres también tienen que soportar su propio costal sobre la conciencia de sus espaldas.

Desenmarañar la quimera mental condicionante, que te obliga a querer controlarle la vida a todo el mundo, para que le concedas el privilegio de ofrendarle tú cariño. Porque si no son como tú quieres, estarán condenados al castigo de tu odio.¡ já, eso no es muy civilizado!

No hace falta reunir requisitos para optar por el cariño de alguien, se ama y ya, porque así es el amor, sencillo, básico, incondicional, sin necesidad de cambiar a la otra persona. Y en su lugar, ser empático, cortés, altruista y lo más agradable, sentir la correspondencia de ese amor, como un coro de criaturas pastoriles en el prado de las emociones aladas.

Esta humana acción, nos permite reconocernos a nosotros mismos, en la medida que nos colocamos las zapatillas de nuestro compañero, compañera, amigo, esposo, en fin a quien amas, porque el ADN se cruza en un beso, en un abrazo o en un contacto más íntimo, producto de una sincronía cósmica de almas, generando un cambio automático en cada uno.

No podría irme sin antes mencionar, el acto de agradecer es el bálsamo para sanar nuestro ADN y nuestras memorias de dolor, nuestros antepasados y con los que nos rodean hoy.

Agradecer, es el más noble acto de reconocimiento es un homenaje al acto de amor que los tuyos hicieron por ti, logrando la expansión de tu ser, hasta lograr abrir los espacios superiores que te conectan de manera más directa con eso que llaman Dios, que no es más que la representación de ti mismo en su estado más elevado.

Bien amigo, es todo por hoy, espero les haya llegado este mensaje de amor y luz, con el anhelo de que lo hagan extensivo a todos sus seres queridos y allegados.

las fotografías son propias tomadas con un móvil Samsung Galaxy

Infinitas gracias por su atención, Reciban mi abrazo fraterno.