El fin de lo físico.
Tras innumerables intentos, ese día, por fin, lo consiguió. Llevaba tiempo queriendo hacerlo, pero la sociedad se lo impedía de una u otra manera.
La misma sociedad que lo trataba como a un loco, como a un marginado, era la que le impedía cumplir su objetivo, su sueño. Acabar de una vez por todas con su insignificante vida.
Se sentía fuera de sí, de su habitáculo preparado para soportar su cerebro, siempre quiso transcender, pero… ¿A dónde? A otro lugar, a un plano más elevado, en el que, no tener que sentir nada. Sólo deseaba la ausencia de sentimientos.
El sentir fue lo que lo llevó a la tristeza, sentía su cuerpo como una debilidad y no quería ser débil. Su idea era hacerse más fuerte y para ello el mejor camino era el suicidio.
[Foto propia]
Una idea demasiado polémica, nadie le dio el visto bueno, nadie lo apoyó, todos se opusieron férreamente.
Finalmente halló la forma de hacer su deseo una realidad. Siempre quiso volar, para él simbolizaba la libertad, y ese día trataría de volar como nadie antes había conseguido hacerlo, era un todo o nada. Consiguiera volar o no, todos sus problemas terminarían ese día.
Lo hizo. Extendió sus alas y voló, pero no hasta donde había imaginado. Una vez más, la gravedad hizo de las suyas y dejó un bonito cadáver en una corriente de agua.
Cumplió su objetivo, dejó de sentir, dejó de sufrir y a nadie le importó.
[Foto propia]
