"La oda en el teatro" (poema)

Decadencia
Yace en el nombre perdido
dentro de una fantasía dentro de otra
dentro de un laberinto de edificios
en un bastión de riquezas
en donde las rosas todas tienen nombres
y existen.
Mientras que el hongo solitario
yace lejos, olvidado,
sin que nadie siquiera lo piense.
—
La naturaleza
y sus infinitos reinos
salvaguardan a todo la vida
como una madre piadosa,
y al mismo tiempo como una niña amorosa
y bendita.
—
La vida es en sí misma una canción
En donde las voces entonan con
gemidos y quejidos; risas y llanto,
los conciertos del pecado y la virtud,
su batuta es el tic-tac del reloj.
—
El reloj
avanza siempre amenazante
sobre el camino dejado por el genio
y por la decadencia.
Amante de la naturaleza.
Batuta macabra.
Guadaña en caída vertiginosa:
—Tic
Algunas personas aman, tienen riquezas, asesinan;
otras no tienen nada
tac—

—Tic
los vinos y las sales de sangre derramadas en el suelo
sueños sonándose y nada más
por siempre.
tac—

—Tic
Todos somos payasos sin un público
que nos aplauda.
Todo resulta ser un caleidoscopio
tac—

Te mueres
desparramado sobre el suelo
con rosas sobre tu cuerpo
y ahora te conviertes en hongo.
—
La decadencia
se combate siempre pues es enemiga de la vida.
Se corta a sus alas de mentiras
y se plantan árboles en los sitios que dejó vacíos.
La naturaleza sonríe.
Y la vida nos espera junto con el tiempo
a todos al final del camino.

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