Trilogía original: Los ricos también lloran Part.II

Llego el momento de empezar su carrera, Eliana se sentía cómoda en su sitio de estudio por ser una amplia y acogedora universidad, contaba con una estructura muy grande de 5 pisos, las aula eran bastantes espaciosas con una excelente iluminación, las paredes de colores pasteles que permitían equilibrar la armonía del lugar, sus asientos eran butacas confortables y disponían de una mesa individual para cada integrante, contaba con una gran biblioteca dotada de todo lo que se requería y profesionales expertos por sus métodos de enseñanzas. La universidad tenía a disposición de los estudiantes áreas de recreación, piscinas, jardines, comedores y unos alrededores llenos de frondosos arbustos, que hacían del lugar un ambiente muy especial.

Ella comenzó su carrera con mucho empeño y entusiasmo, a veces no dejaba tiempo para las comidas pues desbordo todas sus energías en ese nuevo proyecto, por momentos se olvidaba de su entorno y circunstancias. Esto se convirtió en un escape para Eliana, se dio la oportunidad de socializar con muchas personas e inicio una relación de amistad con su compañera Camila que poco a poco se convirtió en una persona muy cercana, era su confidente y en muchas oportunidades se quedaba en casa a dormir donde aprovechaba para escuchar los tristes recuerdos de la infancia de su nueva amiga.

Sergio por su parte se adaptaba con mucha facilidad a su nueva etapa de estudiante universitario, su dedicación era muy notoria casi no se le veía por casa, aprovechaba sus tiempos libres para estudiar en la pequeña biblioteca de la institución, ya que se le hacía difícil comprar los libros que se le pedía. A veces cuando estaba en casa después de ayudar a sus padres con algunas labores, aprovechaba ir a estudiar en el jardín que frecuentaba desde su infancia; se sentía relajado por la diversidades de colores y fragancias de las rosas, el sonido que se escuchaba de la fuente de agua que se encontraba en el centro del lugar, del cantar de los pájaros; el ambiente lo hacía sentirse cómodo y tranquilo, esa tarde se quedó dormido en una banqueta que encontraba en la entrada del jardín.

Eliana aquella tarde se sentía cansada y agobiada por estudiar con tanto esmero, decidió salir a respirar aire puro por alrededor de la mansión. Ella se sentía un poco mal con antelación; siguió caminando con la mirada un poco nublada. Logro llegar hasta el jardín donde de forma inesperada se desmayó. Sergio despertó un poco alarmado, ya sentado se detuvo a mirar lo que sucedía, se acercó hasta el cuerpo percatándose que era aquella joven de la que tanto le platicaba su madre, por primera vez pudo mirarla de cerca y detenidamente, a pesar de la situación él no dejaba de admirar su belleza sentía nerviosismo mezclada con curiosidad. Ella se veía indefensa, sumergida en su conciencia, tirada en aquella grama llena de rocio que resaltaba su color de piel, su cabello se extendió rodeando parte de su rostro.

Él con las manos un poco temblorosas retiro parte de su rojiza cabellera de su cara, la tomo en sus brazos y aun no podía evitar dejar de mirarla, por un momento reacciono, entendio que debía hacer algo; se dirigió de forma apresurada al anexo donde vivía con sus padres. Estaba un poco confundido no sabía qué hacer, lo primero que se le ocurrió en medio de su desesperación fue colocarla en su habitación por lo más cercano, puso sus manos sudorosas en las pálidas mejillas de ella de manera suave y con voz quebradiza, le decía — señorita despierte por favor— frase que repetía una y otra vez pero al ver que no reaccionaba la sostuvo nuevamente en sus brazos llevándola con un poco de torpeza hasta el interior de la casa.

Estaba ya bastante desconcertado por el tiempo que ella tenía sin despertar; con voz fuerte llamo a su madre quien se dirigió a ellos asustada y sorprendía, le empezó a hacerle muchas preguntas pero él no podía responderle al igual que la madre de Sergio no sabía lo que pasaba. Julia decidió pedir la ayuda de su esposo para trasladarla rápidamente a la clínica de su madre. La pareja estaba asombrada por la situación, esto era algo nuevo para ellos, en todo el tiempo que pasaron con Eliana nunca habían presenciado algo así.

Camino a la clínica Julia se comunicó con la madre de la joven, ella extrañada por la noticia dispuso de varios de sus mejores médicos para que la revisaran, ellos esperaban ansiosos a la paciente que en esta oportunidad se trataba de la hija de la reconocida doctora y presidenta del lugar. La espera se hizo eterna, el tráfico estaba congestionado, mientras tanto Eliana no volvía en sí por lo que Sergio aprovechaba para tomarle las pulsaciones las cuales eran muy débiles y todos en el auto ya estaban atemorizados por lo que pasaba.

Por fin lograron llegar a la emergencia donde todos la esperan, su madre algo angustiada tomo el control de la situación con el apoyo del personal médico y enfermeras que estaban a la disposición de la joven. Empezaron una serie de exámenes y estudios especiales. El estado de la paciente era incierto no lograba recuperarse a pesar de las atenciones médicas suministradas, era necesario esperar los resultados. Mientras esto pasaba dentro de la emergencia Sergio y sus padres esperaban impacientes en la sala de espera por lo que aprovecho para darle más detalles del incidente. Pasó alrededor de una hora pero no habían recibido ningún tipo de noticia, eso hacía que el ambiente se tornara muy tenso. El padre de Sergio consiente del cariño que su esposa sentía por Eliana, él tomo de las manos y mirándola a sus ojos le dijo — todo va a estar bien tranquila—.

Entre suspiros e impaciencia ellos seguían esperando, de repente un silencio invadió el lugar hasta que se escuchó la puerta por donde la metieron, de allí salió una enfermera informando que la doctora Elena, madre de Eliana, estaba solicitando la presencia del joven Sergio, necesitaba que le explicara cómo había ocurrido el hecho, él no titubeo y de manera instantánea acompaño a la enfermera hasta donde lo esperaban.

Teniendo toda la atención de la madre de Eliana logro responder todas sus preguntas tanto como pudo especificando el tiempo que tenía desmayada y todo lo que él hizo para hacerla reaccionar sin tener resultados favorable, pero expreso que le llamaba mucho la atención el color tan pálido que ella tenía. De repente tocaron la puerta, era el Doctor especialista de Hematología que ya tenía los resultados de los exámenes, él no se detuvo en hablar en presencia de Sergio tenían la urgencia de dar el diagnostico resultante de Eliana, viendo la cara de ansiedad que tenía la doctora le explico que se trataba de una Leucemia Linfática aguda.

Elena quedo abismada no podía creer lo que escuchaba se puso las manos en la cabeza y por un momento se dejó arrastrar por la desesperación, no lograba articular palabra alguna, aquella noticia logro sacudirla por un instante dudo y se resistía a aceptar aquello, alegaba que su hija era muy sana, que nunca se hubiese imaginado que algo así pudiera ocurrir. Pero también reconocía la trayectoria del doctor que le hablaba, ella estaba consiente que era el más experimentado de su equipo de médicos.

Sergio incomodo por la escena y la noticia prefirió retirarse de manera discreta, su expresión había desmejorado a tal grado que sus padres salieron a su encuentro preguntándole que estaba pasando, él trataba de encontrar sus mejores palabras para informarle de una manera que no los impresionara tanto, sabía que Eliana era muy querida por ellos y que esto que ocurría los afectaría.