Envuelto bajo un clima tenso ellos empezaban a lidiar con aquel encuentro, por la mente de ambos se cruzaban muchas ideas que probablemente les causaba mucha más confusión. Camila luchaba con la ansiedad de poder escuchar por fin aquello que Daniel tenía que expresar, se sentía traicionada por lo que sentía y no podía controlar.

Daniel por su lado buscaba como poder ordenar todos sus pensamientos y lograr empezar a conversar con ella, era lógico que su presencia lo hizo tambalear, no era fácil para él tener que desnudar aquello que guardaba pero que ya no podía callar.

Entre sonrisas nerviosas y algunas frases cortas que lograba armar, Daniel se sentía torpe porque sin querer se dejó llevar por la emoción de tenerla cerca y no saber cómo resistirse aquellos latidos acelerados que su corazón agitado experimentaba cada vez que la miraba y comprendía que era real.

Durante su estadía en la clínica ensayo muchas veces ese encuentro del cual se suponía él tendría todo el control, pero sus planes calculados se desvanecían delante de ella y lo colocaba en una situación algo incómoda por no saber cómo manejarla.

Por un momento se tornaba un silencio que no tenía compresión, se suponía que el propósito de su visita era escuchar lo que Daniel estaba dispuesto a decir. No estaba en sus planes que estas variantes estuvieran presentes y desestabilizara esta anhelada ocasión.

Interrumpidos por la madre de Daniel ellos lograron drenar entre respiraciones profundas todas esas emociones contraídas, aprovechando lo oportuno de la llegada de su madre, él las presentó haciéndole mención que ella era su compañera de trabajo Camila, su madre que ya había escuchado de ella por boca de su hijo se sintió complacida y fue muy amable.

Nuevamente quedaron a solas, la madre de Daniel se retiró a su dormitorio a descansar y ya era inevitable aquella plática, por lo que Daniel empezó por relatarle a Camila con qué propósito había realizado aquel viaje donde desafortunadamente tuvo aquel accidente.

Él era cuidadoso de dar los mínimos detalle para que ella comprendiera sus razones, por lo que le menciono que estuvo conversando con su novia y los padres para cancelar el compromiso. Ellos tenían una relación de 2 años aproximadamente y últimamente por la distancia los sentimientos habían empezado a cambiar y él prefería ser sincero.

Aquella situación fue muy difícil, porque Daniel se sentía muy seguro del sentimiento que los mantuvo unidos por ese tiempo, sin embargo, debido a su separación por cuestiones de trabajo, al principio sentía que la extrañaba mucho pero poco a poco aquello fue pasando.

Fue entonces cuando empiezo a concentrar su atención en Camila que lograba llenar de manera sutil aquel vacío, es probable que aquella necesidad que surgía por no tener cerca a su novia, creará en Daniel el deseo de poder compensar aquella soledad.

La pocas ocasiones que tuvieron tiempo de estar cerca él lo dedicaba para observar discretamente, era posible que ella ni lo notara, para ese momento era suficiente y luego sintió la necesidad de escucharla, por lo que en ocasiones de forma inmadura la llamaba sin hablar, simplemente solo quería oír su voz.

Todo esto fue desplazando los recuerdos y los sentimientos de aquella persona que una vez ocupó todos sus pensamientos, aunque luchaba por detenerlo las cosas simplemente cobraban mucho más fuerza, reconociendo que aquella noche que compartieron en el agasajo de la Empresa, definieron de forma segura lo que ya se había convertido en un sentimiento profundo.

Fuente Mientras Daniel hablaba Camila lo miraba perpleja y enrojecida, era un sueño hecho realidad, donde ella era la protagonista de su sentir, que empezaba a ser parte de su vida y todo aquella confesión la acercaba más a él. Sin poder evitarlo algunas de sus palabras calaban hondo en ella, por lo que sus ojos se humedecían.