Relato: Al conocer su verdadero ser, quedó atrapada en él. Parte III

Ya en casa Camila estando recostada en su cama, recordaba algunos de esos momentos que la hicieron sentir muy bien en aquella fiesta y pudo darse cuenta que Daniel formaba parte de ellos. De manera sutil sonreía y tapaba su cara algo emocionada con sus sábanas al revivirlos, hasta que el sueño y el cansancio la vencieron quedándose profundamente dormida.

Al día siguiente por ser fin de semana se quedó en casa haciendo todas las tareas que durante la semana por el trabajo no pudo realizar, pero sin que ella se diera cuenta seguía llegando a su mente recuerdos de esa noche eso le hacía sonreír y sonrojarse a la vez. Ella se delataba ante la presencia de su mamá quien la observaba tratando de adivinar que pasaba por su cabeza.

Aunque ella era un poco reservada con su madre y no le resultaba fácil hablarle de algunos temas específicos, aquella tarde del sábado abrió su corazón y con cierta timidez le pidió a su mamá que hablaran de algo que la tenía algo inquieta. Empezó a contarle cómo conoció a Daniel y la antipatía que sentía por él al principio, pero que a pesar de ello él lograba robarle su tranquilidad.

También le admitió que para la fiesta quiso lucir bonita para lograr robar la atención de Daniel, reconocía que muy dentro de ella empezaba a sentir algo que la asustaba y que nunca había experimentado y que se sentía algo confundida porque durante la fiesta él la miró diferente y no había podido olvidar su rostro, es más, ese día sentía que lo extrañaba.

Mientras ella desnudaba sus sentimientos a su madre su cara se iluminaba y sus ojos brillaban de manera especial, sus palabras fluían como las aguas del mar y eso le dejaba claro a Ángela que su hija estaba en frente de ese sentimiento grande y puro llamado amor, a ella solo le preocupaba saber si su hija era correspondida y que se tratara de un buen hombre.

Aquella conversación duró por varias horas y Camila se sintió más tranquila al ser franca con su madre, por otro lado Ángela se sintió muy cerca de su querida hija, esas horas sirvieron para estrechar aún más su relación y consolidar mucho más la confianza entre ellas.

Camila valoraba que su madre la escuchara atentamente y sin interrumpirla, también los consejos que le dio, donde le hacía ver lo importante que era conocer bien a la otra persona para poderse convencer si era la apropiada, que no se dejara llevar por el momento ni que permitiera que los sentimiento la cegara sin dejarla ver en claro algunas realidades. Que el amor era un sentimiento hermoso, pero que si no era correspondido, podía traer mucho sufrimiento.

Ese día fue crucial para ella, estaba dando su primer paso de reconocer lo que le pasaba y sentía, sirvió para que meditara en cómo sería su relación con Daniel de ahora en adelante y que tendría el apoyo de su mamá quien entendía por lo que estaba pasando, pero que tendría que ser cuidadosa de ahora en adelante.

Empezaba la semana de trabajo y ella estaba a la expectativa de cómo sería su encuentro, era un torrente de emociones la que tenía dentro de sí que la sacudían, ella se preocupaba por concentrarse en su acostumbrada rutina pero no le resultaba fácil. Entre tanto sus compañeros comentaban por momentos de unos y de otros detalles del compartir del viernes, a lo que ella sonreía con picardía.

De repente su teléfono de escritorio repicó, su corazón se agito fuertemente, asumiendo que podría ser Daniel quien llamaba. Por instante pensó en no responder porque sus nervios la atacaron, pero al mirar a sus compañeros entendió que debía hacerlo, decidida levantó el teléfono para escuchar una noticia que la dejó helada.

Era la recepcionista que estaba informando del accidente automovilístico que había sufrido Daniel camino al trabajo, al parecer se trataba de algo serio y que había sido trasladado a una clínica de la zona. Todos viendo su cara pálida y de asombro preguntaban que le habían dicho para dejarla así.

Entre palabras temblorosa ella contó de lo ocurrido y luego se dirigió al baño, buscando esconderse para no sentirse descubierta, se hacía muchas preguntas que ella misma no sabía cómo responder, sentía miedo de no poder tener la oportunidad de conocerlo bien y de hacerle saber sus sentimientos, esa noticia la desestabilizó tanto que ella no supo qué hacer.