Inmóvil
la ansiedad se establece como párasito que
corroe toda forma de vida, arrasando campos
florecientes llenos de color que perecen
ante el gris más demoledor.
girando una y otra vez alrededor
de la víctima enferma indefensa,
buitre carroñero... presa fácil.
arrasado por el dolor y la desolación
donde la tierra permanece inerte y
el agua contaminada de lágrimas.
y arranca la última gota,
la fortaleza del hombre que revierte
situaciones imposibles.
y comienza a destruir los oscuros lodos
abriendo camino al cristalino presente,
que limpia pensamientos encontrados.
Poema e imagen de mi autoría.