Me he dado cuenta

que en la vida todo puede ser analizado, desde el por qué nos sentimos melancólicos cuando llueve, hasta el hecho de tener una forma de escribir monotemática como la que acostumbro. ¿La risa de los niños causa un regocijo al alma igual que un sorbo de café? No lo sé en otros cuerpos y en otros mundos, en el mío hay distintos tonos a una misma sensación y variopintas formas de sentir hasta con lo más común. ¿De qué estamos hechos? No, no hablo de carbón, no hablo de moléculas, huesos, piel, hablo de la esencia, somos un mundo de seres con tendencia al caos y pretensiones altruistas eso no cuadra a simple vista, somos optimistas que se encierran por miedos, y pesimistas como yo, a los q se le escapa un rayo de esperanza con una sonrisa externa; he leído cosas interesantes últimamente, siempre en la línea que me llama la atención, que es la más oscura, y de repente recuerdo que el mejor juez es siempre el que tiene más puntos de vista, he intento ver las cosas con los lentes rosas. Y Sorpresa!!! Si existen cosas buenas cuando se ven desde otras perspectivas. Yo solo tengo mis teorías contrastando mis experiencias con las de las pocas personas de las cuales presumo conocer mejor que nadie, y aun así, sé que ni me conozco lo suficiente ni mucho menos he pasado de las primeras capas del conglomerado tipo cebolla, que conforman los mundos que hay detrás de cada mirada, de cada pestañeo, de cada alma.

Podrá parecer un ensayo algo disperso, pero así como un cuadro de Pollok existe un orden oculto en mis ideas, las cuales dejo salir con pocos filtros, y haciendo alarde de poca autocensura, pero hoy eso es excelente, ya que solo suprimo la inmensa necesidad de escribir en páginas grises sobre sentimientos negros, hoy quiero mostrar cómo se ven las cosas más simples debajo de la lupa de mis ojos castaños que aun y con todo el maltrato no necesitan lentes.