Hoy les traigo una peculiar y bastante increíble historia, la de Carlos Henrique Raposo, mejor conocido como Carlos Kaiser quien es conocido por haber fingido ser futbolista.
¿Y porque es tan conocido? pues, fingiendo ser futbolista profesional consiguió llevar una carrera de casi 20 años en la que jugo en diferentes clubes del mundo, a pesar de esto, nunca jugo un partido completo y ocultaba su visible falta de técnica, con lesiones falsas, cambios de equipo y otros métodos sucios.

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Ser futbolista profesional es el sueño de la mayoría de niños del mundo. El deporte rey copa el interés de casi todos los chavales por formar parte de su élite pero, al final, son sólo unos pocos elegidos los que acaban cumpliendo sus propias aspiraciones. Para poder estar entre los mejores se necesita talento, pasión, dedicación, compromiso, constancia y suerte, entre muchas otras cosas. Carlos Kaiser no tenia nada de esto, excepto suerte, suerte si tenia y mucha.

Este señor nació en Rio de Janeiro el 2 de abril de 1963, su historia empieza a gestarse a mediados de los 80 cuando empezó a frecuentar bares y discotecas en Rio, dado su parecido con Franz Beckenbauer le dieron el apodo de Kaiser, la principal razón de que su engaño no fuese descubierto, fue la poca tecnología de la época, rapidamente se hizo amigos de grandes futbolistas brasileños de la epoca (Ricardo Rocha, Edmundo, Renato Gaúcho, Romario, Branco, Bebeto, Carlos Alberto) y gracias a ello nunca le fue dificil convencer a un club sobre si tenia o no talento para el futbol.

Su carrera enpezo en 1986 cuando, a sus 23 años firmo un contrato conBotafogo, recomendado por Mauricio una leyenda del club. Estuvo allí una temporada y no jugo un solo partido. En aquella época no existían resonancias magnéticas, y cuando necesitaba un justificativo medico, un dentista amigo suyo se los daba.

en aquella época solo era necesario hacer “algún movimiento raro en el entrenamiento y cogerse del muslo”, asíme quedaba 20 días en el departamento médico.

Carlos Kaiser.

En 1989 firmo con el Bangu donde se daría una anécdota de las que mejor le definen: El entrenador lo convoco a un partido y en la segunda parte lo mando a salir a calentar, Carlos ante este problema decidió postrarse a la banda a pelearse con un aficionado para que lo expulsaran, lo logro y el entrenador fue directo hacia el, furioso, para reclamarle a lo que este respondió:

Dios me dio un padre y después me lo quitó. Ahora que Dios me ha dado un segundo padre –refiriéndose al entrenador- no dejaré que ningún hincha le insulte.

El entrenador, beso su frente y le renovó por 6 meses mas su contrato.

Usando estos mismos metodos logro jugar en Fluminense, Vasco da Gama, Independiente de Avellaneda, América y Guaraní para luego recalar en una aventura europea en el Ajaccio de Francia donde llego tildado como una estrella. La mentira no le duraría mucho allí y acabo retirándose la temporada siguiente.

También es recordado por fingir comunicaciones con equipos extranjeros por supuestos pases en inglés con un gran teléfono falso en entrenamientos del Flamengo. La mentira fue descubierta cuando un médico que había vivido en el Reino Unido escuchó sus conversaciones sin sentido. Sin dudas, tuvo siempre el don de la gente y eso vaya que le ayudo a lograr su estafa personal, y no cabe duda de que tuvo bastante suerte para poder lograrlo, casos extraordinarios, que por mas que no se crean, si pueden llegar a suceder.

«Los clubes han engañado y engañan mucho a los futbolistas, Alguno tenía que vengarse por todos ellos»

Carlos Henrique Raposo

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