En mi participación de la semana anterior les ofrecí traerle más fotografías de los adornos luminosos que atraen a visitantes. Cada pueblo y ciudad, sin importar su tamaño, muestra variedad de decoraciones; pero en Vigo y en Madrid, encontramos dos eventos espectaculares.

En pleno centro de Vigo, muchísimas personas caminan bajo los adornos luminosos que parecen techar las calles para llegar a las tres principales atracciones: un pino gigante, toda una obra de electrotecnia, que luce irresistible para admirarlo, desde dentro y desde fuera con sus colores cambiantes; la feria con una gran cantidad de quioscos, en los cuales se puede degustar mil y una exquisiteces; una rápida y gigante rueda giratoria, con sus cabinas colgantes. 

Aún cuando había pronóstico de buen tiempo, durante nuestra visita aparecieron lloviznas intermitentes, que  capeabamos con capuchas y paraguas. Fue una larga y divertida caminata, que aderezamos con fotografías, churros y castañas asadas. Aproximadamente a las 8pm, ya finalizado el recorrido, la lluvia se intensificó y decidimos tomar un rico chocolate caliente y retirarnos felices.