Hemos sido esclavos de las grandes marcas
Lo que compra el que está delante de ti no siempre es la mejor opción
Cuando salí de mi país, salí llena de mucha información. No soy la única, sé que todos a lo largo del día a día vamos compilando datos en nuestra cabeza desde que nacemos. En mi tiempo como niña, universitaria, luego como trabajadora y recientemente como madre he usado un sinfín de productos del hogar. Eventualmente, en mis últimos días en Venezuela, llegué a usar muchos productos artesanales. Estos, constituyeron un salvavidas en medio de la escasez.
Si no es Ace, no lo traigas
Recuerdo también cuando de pequeña iba al supermercado a comprar detergente y mi madre me decía: Si no es Ace, no lo traigas. (Vamos agarrando dato, eso es tela que cortar para otro post). También recuerdo que los supermercados estaban abarrotados de esas grandes marcas que nos vieron crecer. Ajax, Colgate, Kelloggs, Café Madrid, Mavesa, Raid, Suavitel, entre otras.
Por primera vez la ignorancia jugó a mi favor
Hoy vivo en otro país, al igual que mi Venezuela (La grandiosa, la que recordamos con amor), este lugar está abarrotado por las grandes marcas en los supermercados. Siempre hay grandes publicidades y comerciales en tv sobre las mismas. Pero yo como extranjera, desconozco la calidad de todos los productos, específicamente los del hogar. Muchas veces termino comprando al azar, ya que en pocas oportunidades pregunto a otras personas sobre qué producto es el mejor. Por primera vez la ignorancia jugó a mi favor.
No me arrepiento en comprar
Hay un lavaplatos es crema que tiene muy buen precio y la cantidad de producto es ridículamente grande en comparación con otras marcas más reconocidas, que incluso tienen un precio más elevado. Este lavaplatos, es rendidor y no se desvanece o se endurece al pasar del tiempo. Este es uno de los tantos productos “De segunda o tal vez de tercera o hasta de cuarta” que no me arrepiento en comprar. De hecho, he aplicado esta ley a un sinfín de artículos, como arroz, cacao en polvo, café, desinfectantes, detergentes, azúcar, pasta, pañales, entre otros. Qué deberíamos haber aprendido?
- No sólo las grandes marcas ofrecen calidad.
- Estos productos, contribuyen con mantener el dinero en nuestro bolsillo.
- Las pequeñas marcas merecen oportunidad en nuestros hogares.
- Hace bien al continuo mejoramiento de la industria, debido a la competencia.
- Contribuye a que no seamos esclavos del mito de la gran marca.
- Nos asegura diversidad de marcas en cada producto.
En conclusión, este no es un post en negación sobre las grandes marcas, sino de equilibrio, razonamiento y criterio propio; que no sea sólo porque es el más promocionado el motivo por el que compres tus productos. Podríamos estarnos perdiendo de grandes joyas como mi fabuloso lavaplatos. Y claro que habrá decepciones, pero tendremos propiedad al hablar de esas marcas y no simple efecto dominó a la hora de elegir. Simplemente: **
"Las experiencias deben servir para mejorar nuestro uso de la vida y la concepción del mundo"
Gracias por tu comentario, no te olvides de volver por más.
Me encantó tu post y los argumentos que desarrollas en el mismo son muy ciertos e interesantes. Acá en Venezuela nuestras madres y sobre todo las abuelitas son las que más suspiran por las marcas. Es como que hubiesen hecho un juramento hasta que la muerte las separe jijijijij . Te saluda @yohanys. ¡Un placer leerte!
Muchas gracias, tal cual. Jajaja hasta que la muerte las separe. El placer es mío que sea de tu agrado. Nos vemos por tu espacio. ;)
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