Distancia

Nada me duele más en estos días, que no poder recostar mi cabeza en tu pecho. También me duele estar tan segura de que quien toca la puerta no eres tú. A veces, ya no es dolor, creo que es rabia. Qué certeza tan aborrecida. Entre esta distancia tuya y mía hay razones de peso. Es decir, hay validez. Sin embargo varias veces al día, pienso que el aquí y ahora no retornan, que los momentos quedarán tallados nos gusten o no, como una foto inadvertida. Preparados o no, la historia se escribe y somos un lejos tan doloroso e indeseado. Para mí, es justo decir que esta distancia es una piedra en el zapato. De momento pienso: Qué me importa el zapato y qué me importa el pie! - Esta piedra me hace enfurecer! Sólo aguardo el día en que nos importe un pepino los planes y un bolso se llene de tres o cuatro mudas y recorra el camino para encontrarnos.