Cada semana la hermosa comunidad de @radiosteemit nos deleita con sus retos y nos deja compartirles nuestros gustos de forma placentera, es por ello que les traigo una pequeña poesía.

Día 4 de este evento trágico y de mal gusto para una nación y su gente.

Me levanto de un profundo sueño, pienso seriamente que habrá sido de mi mamá y dando vueltas por cada lugar con una amistad para cargar un teléfono, damos con varios sitios pero ningún sitio con convicciones o solidaridad que podría ayudarnos, decido escribirle a la compañera que me guardo la comida y ella amablemente me dice un sí en poco segundo.

Llegando al sitio me consigo con calles desoladas y un clima frío y tenebroso pese al calor que estaba haciendo, ignoró y entiendo estos hechos, aumentando un poco mi preocupación.

Llegó al lugar indicado donde me reciben con besos y abrazos de la mejor manera, por mero agradecimiento y formalismo le regalé unas golosinas que tenía desde hace varios días, dejándolas para un momento especial y mi instinto me decía que este era el momento, me invita a pasar un momento, el dueño de ese asentó entro de la mejor manera, me miró y pregunto varias cosas, desde ¿de dónde era? hasta ¿qué estudiaba?, aunque me incomodaba un poco, pude ver que era realmente una persona sincera y de buen corazón, discutimos sobre estos días y sobre algunas especulaciones que conocíamos sobre este sufrimiento.

Después de esperar unos aproximados 15 minutos, me dice que el teléfono no quiso agarrar más carga, mi temor era que fuera una pieza de este mismo, el señor me permite un momento a pasar, luego de moverlo desesperadamente a ver si funcionaba, sudando y con una gran preocupación este por fin funciono.

Esta compañera me invita a esperar nuevamente argumentando que lo dejará cargar completamente, por ello decido quedarme en un lapso de 2 horas y como todo estaba a favor y el cielo estaba claro, no había peligro alguno o eso pensé yo. Transcurren las horas y me decido revisar el teléfono otra vez y de alegría veo que cargo completamente, trato de llamar a mi mamá y este mismo se apaga de la nada, me desespero y comienzo a sudar como un cochino y doy por 10 minutos hasta que me doy por vencido, mi compañera me vio tan desesperada que me menciono, que una amiga me podía prestar para llamar a mi mamá, algo que por obvias razones tenía que decir que un sí rotundo.

En medio de la llamada repico dos veces hasta que oigo la conocido y reconfortante voz de mi mamá, me alegro un montón hasta el momento que oigo todos los saqueos y problemas que suscitaban en la comunidad donde viva mi mamá, escucho como dice que esto es como un infierno lleno de humanos con una mentalidad pésima y sentimientos destructivos más allá de lo político.

Luego de 1 hora hablando con mi mamá decido cortar la llamada viendo que ya eran las 4, me despido muy amablemente de mi compañera y decido regresar a mi residencia, esta vez de camino veo unas calles vacías y la poca gente que estaba afuera, andaba en las últimas con caras de muertos, ignoró este hecho y con suerte llego a mi residencia a tiempo.

Decido hacerme unas deliciosas arepas, cuando trato de prender la cocina esta no lo hace, reviso a ver si es la hornilla y me percato que tampoco es el motivo, una corazonada que no quería aceptar me hizo revisar la bombona, al darme cuenta en cuestiones de segundo que me faltaba el maldito gas, recuerdo que al que le tocaba comprar este mismo había abandonado el barco e ido a su hogar, bajo y le pregunto a la señora con mala ganas, me podía prestar su cocina, reprochándome que tenía que dejar esta misma impecable, tratando de morderme la lengua y tener tolerancia, no le contesto nada.

Terminando y dejando todo como ella molestaba, subo, como y me acuesto a dormir esperando a ver si esto mejorará en pocos días o será para siempre, esta pregunta retumbo hasta en mis más profundos sueños.

Fuente de imágenes de pixabay 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

De resto son hechas con la herramienta canva.