Diario de una campesina del siglo XIX
24 de agosto de 1860
La verdad que llevo mucho sin escribir, pero hoy lo necesitaba.
Ha sido un día triste, el hermano de mi madre ha muerto con 36 años de edad. Ha dejado sola a mi tía con sus diez hijos, por eso hemos ido a visitarla, hacía años que no la veíamos a causa del trabajo, sin embargo ahora necesita mucha ayuda, se ocupaba de la casa y se sus niños más pequeños.
Cuando hemos llegado estaba angustiada y ahora más que estamos en una época de hambruna por la mala cosecha.
¿Que voy a hacer ahora? voy a tener que mandar a mis hijos de 8 y 9 años a trabajar o no podremos sobrevivir, esas han sido sus palabras nada mas vernos, no hablaba mucho, solo lloraba y lloraba.
Nos encantaría ayudarla pero apenas podemos mantenernos nosotros mismos, algunos ya estamos pasando hambre.
En estos tiempos las familias son todas numerosas, pero la esperanza de vida no pasa de los cuarenta años a causa de las epidemias y las guerras.