Microbiota, filosofía, salud y forma de vida(9 de 10 )

Y el tiempo pasa y va siendo hora de cerrar todos los círculos abiertos, después de unos capítulos bastante intensivos sobre los alimentos probióticos y prebióticos, llega el momento de cerrar las formas de nutrir a nuestra flora bacteriana, si ha llegado el momento de los implantes fecales.

Aunque suene muy asqueroso, es algo que se está empezando a usar en tiempos recientes para cuando los demás tratamientos fallan en algunas enfermedades, con resultados prometedores, hablamos de diarreas, colitis, obesidad, enfermedad de crohn por ejemplo.

El trasplante de microbiota fecal (TMF) consiste básicamente en la obtención de microorganismos intestinales de las heces de un individuo sano (donante), para introducirlos en el tracto gastrointestinal de una persona con infección recurrente en este caso por C. difficile (receptor) con el objetivo de restaurar la microbiota intestinal dañada.

Normalmente esto se trata con antibióticos, lo cual es contraproducente puesto que aniquila de forma indiscriminada bacterias buenas y malas, y encima puede dar episodios de bacterias resistentes lo que termina minando la salud de los pacientes.

En el caso de las diarreas y colitis crónicas provocadas por la bacteria C. difficile, se está usando, ha demostrado ser eficaz para el tratamiento de la infección recurrente por C. difficile, con una tasa de curación de hasta el 90%. Se están realizando múltiples estudios para evaluar la aplicación del TMF en otras ámbitos, como la enfermedad inflamatoria intestinal.

En el tratamiento de la obesidad, se han hecho una serie de experimentos prometedores.El experimento consistió en trasplantar a ratones flora intestinal humana de dos parejas de hermanas gemelas, En las dos parejas, una de ellas era obesa y la otra delgada. El trasplante se realizó introduciendo en el intestino de los roedores muestras de heces de las dos mujeres.

Los ratones que recibieron las bacterias de las donantes con sobrepeso engordaron más y acumularon más grasa que los que recibieron la flora intestinal de las hermanas delgadas. Después, los científicos sometieron a los ratones a una segunda prueba, que consistió en hacerles convivir en una jaula para que se comieran las heces de sus compañeros, un trasplante fecal menos sofisticado. Lo curioso fue comprobar cómo los obesos adoptaron características de los delgados y dejaron de acumular grasa. El experimento es la demostración palpable de que se pueden transmitir rasgos me
tabólicos de una persona con sus bacterias intestinales (microbiota). Pero ojo la presencia de estas bacterias no es suficiente, los ratones sólo se mantenían delgados si su dieta contiene fibra y poca grasa.

Resultan muy prometedores para la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el síndrome de colon irritable. Sin embargo, la forma de emplearlos será muy diferente en estas dolencias, pues se trata de enfermedades crónicas”
Pero para poder depositar la materia fecal sana en el intestino del paciente los únicos métodos disponibles hasta ahora son la colonoscopia, el enema o la sonda nasogástrica -un tubo de plástico que entra por la nariz y llega hasta el estómago o el intestino delgado-, todos ellos procedimientos invasivos y dolorosos que son molestos para el paciente y además implican un cierto riesgo.

Esto podría cambiar en breve gracias a unas cápsulas desarrolladas por una organización sin ánimo de lucro llamada Open Biome con base en Massachusetts (EE UU). Ellos son los responsables de haber creado en 2012 el primer banco de heces del país que suministra material fecal ya preparado para el trasplante a los hospitales que lo requieran. Para obtener la materia prima recurren a donantes que son sometidos a rigurosos controles sanitarios, con el objetivo de reducir el riesgo de trasmisión de enfermedades infecciosas.

Ya a modo de resumen y casi de epílogo, recapitulamos, sobre la microbiota y sus enfermedades. Ya sabemos que modulan nuestro sistema inmune y la respuesta a la inflamación por lo que muchas de las llamadas enfermedades autoinmunes se originan en el intestino. Nos previenen del ataque de patógenos, nos alimentan y protegen de la enfermedad(por ejemplo producen biturato que nos aporta energia y nos protege del cancer de colon y la obesidad y síntesis de vitaminas.) Regulan nuestro metabolismo influyendo tanto en la absorción de nutrientes como en la respuesta metabólica a los alimentos.

Hoy en día, .como ya hemos comentado, muchas enfermedades modernas tienen relación con problemas intestinales señalaremos de forma somera:

-Disbiosis que es una alteración en los tipos y cantidades de bacterias respecto a las que el cuerpo espera, aunque la microbiota de cada persona es personal, existen determinados grupos de combinaciones más favorables que otras.La disbiosis se asocia a multitud de enfermedades, muchas ligadas al sistema digestivo, como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o cáncer de colon, y otras aparentemente alejadas pero conectadas, como autismo o Parkinson .

• La microbiota, es la primera línea defensiva del organismo, tras ella está la mucosa intestinal cuyo objetivo es permitir la absorción de nutrientes bloqueando los patógenos, si existen problemas en esta barrera, se permite el paso de sustancias problemáticas. Algunas personas son sensibles a ciertas lectinas o proteínas, como el gluten y otras les afecta más el estrés. La propia microbiota puede comprometer tu barrera intestinal. En ausencia de alimento, las bacterias se comen la mucosa intestinal, aumentando su permeabilidad.
• Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. A veces se desarrollan en exceso en este lugar, es un tipo específico de disbiosis pero se trata de manera independiente. un exceso de bacterias en el tramo inicial (intestino delgado) acarrea problemas, primero porque las bacterias se comerían nuestro alimento, y segundo porque las fermentaciones que producen nos hacen daño. Para evitarlo, el sistema digestivo cuenta con diferentes estrategias, desde ácido clorhídrico en el estómago hasta la producción posterior de bilis y múltiples enzimas digestivas, que se encargan de mantener las bacterias a raya. cuando esto no funciona, los síntomas son variados: gases, hinchazón abdominal, reflujo, ardor estomacal…

Hay parámetros que se repiten en las personas que sufren alguno de estos tres síntomas como son, primeros meses de vida sin una adecuada “colonización”(partos por cesárea, ausencia de leche materna, ausencia de contacto con terceros..) El consumo de comida basura es otra de las causas, nos produce una falta de alimento adecuado para nuestra microbiota, Un exceso de medicación, también influye ya sabemos del efecto de los antibióticos que destruyen de form indiscriminada, pero un simple ibuprofeno también se ha demostrado que tiene efectos adversos en la microbiota de nuestro intestino. El estrés como ya vimos en el caso claro de los niños, impacta negativamente así como el desajuste de los ciclos circadianos en una perniciosa relación bidireccional. Un exceso de higiene, tampoco es positivo, asi como última variable, la toxicidad, estamos expuesto a miles de nuevos componentes que aún desconocemos los efectos en nuestro cuerpo(ejemplo, el bisfenol.)

Ya solo me queda un apéndice con lo que cerraré estos apuntes sobre este apasionante mundo, tratará sobre la fatiga adrenal.

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