Una persona de contrastes

Si bien desde pequeño he sido bastante musical, ya que en casa mi padre siempre escuchaba y cantaba aficionadamente diversos tipos de música, desde música venezolana hasta ópera y zarzuela, no fue sino hasta cuando tenía unos 13 años, cuando por cosas de la vida fui con mi papá a un concierto en el Aula Magna de la UCV, donde se presentó en un recital de canto lírico el reconocido tenor venezolano Idwer Álvarez y la soprano Elvia Sánchez (hija del afamado tenor venezolano Alfredo Sánchez Luna, mejor conocido como Alfredo Sadel) acompañados por la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas. Este concierto marcó mi vida, porque al terminar pude colarme a los camerinos y por primera vez en mi vida recibí un autógrafo, el cual firmó El tenor Idwer Álvarez y la hija del cantante con el que en ese momento de mi vida estaba obsesionado. Creo que en ese momento había decidido ser músico, pero nuevamente la presión de mi familia me llevó a tomar otro rumbo, dejar relegado mi sueño infantil de ser un gran cantante y solo ver a la música como “el rasgar las cuerdas de un cuatro en una fiesta para ser el centro de atención, pero que eso no me llevaría a ningún lugar”.

Finalizado el bachillerato decidí estudiar Ingeniería de minas en la UCV, en este lugar conocí gente de toda clase y por primera vez sentía que me encontraba en el lugar indicado, pero siempre había un vacío que no lograba llenar, hasta que empecé a relacionarme con gente que tenía la misma inquietud por el humanismo y por la música, momento en el que finalmente tuve la convicción de emprender otra carrera a la par: LA MÚSICA. Desde entonces me encuentro estudiando Arpa Venezolana con un gran maestro llamado Arturo García, de Canto Lírico con la reconocida maestra Inés Feo La Cruz, a la vez que tomo clases de interpretación de repertorio y fonética con un gran maestro y cantante Pedro Liendo. Cada clase es una aventura nueva y mágica para mí, el tiempo se me pasa increíblemente rápido y no hago sino más que contar los días para regresar al aula. Es simplemente una obsesión.