¡Me encantó tu post! De manera decente, lo pudiste -en sueños- ponerlo contra la pared.

Yo le hubiese dado café también... pero con un laxante bien arrecho sin sabor.

Le preguntaría cómo va la vida y cómo ve el futuro de Venezuela, mientras el café y el purgante empiezan a hacer su efecto...

Me cercioraría de cerrar la llave de paso del agua y sacar el papel higiénico del baño... y por supuesto esperaría la pregunta soñada: ¿Me podrías prestar el baño?

"Clarooooooooooooooo.. ¡cómo no!" respondería yo. Pero una cosita Sr. Presidente: "No tenemos agua desde hace dos semanas y el sueldo no nos alcanza para comprar papel higiénico. Pero adelante, le presto el baño pero no se lo vaya a llevar".