Al querer un cambio exterior de cualquier tipo; pequeño o grande, de un país o del mundo, de tu hogar o de una comunidad, debes empezar por desarrollar ese cambio en el lugar más cercano a ti. ¡Siempre! ¡Siempre! El lugar más cercano a ti, eres tú mismo.

Tu interior. La mente; que es el fundamento. El lugar donde surgen todos tus pensamientos, emociones, sentimientos, percepciones, absolutamente todo aquello que define el mundo en el cual te desenvuelves, necesita ser conocido por ti mismo, y además, necesita evolucionar cada día. Una vez hayas comprendido que lo primero que debes cambiar es tu pensamiento, toda tu vida cambiará por completo.

Se le atribuye al Buddha histórico la frase:

Cambia la forma de ver las cosas, y las cosas cambiarán de forma.

Si sigues siendo el mismo, pensando, hablando y haciendo lo mismo, no puedes pretender que al cambiar de trabajo, de carro, de ropa, de pareja, de país o incluso de Presidente, tu vida dará el giro que tanto has esperado. Así no funciona la vida.

Nuestra percepción del mundo donde vivimos está dada por la mente, y si la mente está empañada, o no ve claramente por todos los velos que hay sobre ella, el mundo que verá será siempre distorsionado. Al menos asegúrate de que los velos que hayan en tu mente sean de un color agradable, jajaja.

Lo que experimentas en tu existencia cambiará y mejorará, cuando tú decidas actuar de una mejor forma.

Cuando decidas mirar a todos con una mejor cara, deseches todos aquellos rencores que transforman tus energías positivas en negativas, y que desarrollan esas células malignas en tu cuerpo que terminan manifestándose como enfermedades. Cuando entiendas que sí deseas paz, debes comenzar por ser más tolerante y paciente con aquellos que te rodean cada mañana, tarde y noche. Cuando te des cuenta que las calles están sucias debido a gente que no colabora con el ambiente, y si deseas que eso cambie, habrá que comenzar por colaborar tú mismo con la disposición de tu basura, con el consumo adecuado de tu agua, de tu servicio eléctrico, gasífero, etc.

La existencia es como la tela de una araña que nosotros mismos hemos tejido y en la que luego quedamos atrapados sufriendo las consecuencias. Todo esto ha sido posible por las acciones del pasado. Lo interesante y esperanzador es que aún nos queda un futuro en el cual trabajar, y este lo determinas con tus acciones en el presente.

Nunca es demasiado tarde o demasiado pronto para hacer las cosas de la mejor manera. Recuerda que si postergas el cambio, este nunca llega.

El momento de actuar, es ahora. El lugar, es aquí.

Cuida tus pensamientos, porque se volverán tus palabras. Cuida tus palabras, porque se transformarán en tus actos. Cuida tus actos, porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter, porque formará tu destino... Y tu destino, será tu vida. - Mohandas K. Gandhi