NO ESPERES A QUE OTROS OREN POR TI
Puede que escuches mucho esta expresión… “¡Ora por mí, por favor!”
Y no es que esté mal que pidamos oración en medio de la situación que tanto nos agobia… No, no estoy diciendo eso… sino que es mucho más eficaz la oración que hacemos por nosotros mismos a la que otros puedan hacer por nosotros… Me explico…
Dice la escritura:
Bereshit/Génesis 21:17 “Y Dios escuchó la voz del muchacho…”
Pero también está escrito que la Madre alzó su voz a los cielos, y lloró (21:16)… ¡Si, es cierto! Pero a Dios le agradó mucho más la oración del muchacho (El afligido).
Que importante es conversar a diario con nuestro Hacedor… Cuán poderoso es dirigirnos a Dios en oración y súplicas pidiendo fortaleza en nuestras debilidades, y auxilio por nuestras necesidades.
Y claro que es necesario que oremos los unos por los otros, pero no hay mejor oración que aquella que proviene de la boca misma del afligido… Un corazón humillado jamás despreciará el Creador.
Dijo David HaMelej (El Rey David):
“¡Oh Eterno, Dios Mío! Clamé a Ti, y Tú me curaste!"
No esperes a que otros oren por ti…
“¡Ora Tú! Suelta hoy mismo esa oración… y deja que fluyan los milagros”
Shalom…
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