La distracción no existe

Un niño , en clase de matemáticas, era muy regañado por reprobar y fallar constantemente las pruebas y ejercicios que se le ponían en su clase.

Sus padres, preocupados le pedían a Dios que lo iluminara con sabiduría y conocimiento, con concentración y talento. Sin embargo parecía cada vez importarle menos la materia. Era pequeño, de 10 u 11 años quizás.

Un día, un conserje que limpiaba las escaleras del lado del salón de clase en donde el niño se encontraba, se quedo reflexionando, como usualmente hacía al pasar largas horas en su actividad. Se dio cuenta de que casi todo el salón de clases parecía increíblemente atento e interesado, sin embargo había un alumno que no. Ese niño miraba solo la ventana y los colibrís que de vez en cuando se paraban por ahí. El conserje paso largo rato pensando en esa escena.

Paso el tiempo y un día el conserje mientras limpiaba el cubículo de la profesora de matemáticas , escuchó como hablaba con unos padres de familia sobre el niño más distraído de la escuela. Por alguna razón el supuso que era el aquel niño que observo esa vez.

• Señores, temo decirles que se han equivocado con su hijo...- la maestra dijo, mientras asentía con la cabeza. La madre del pobre, enojada y triste dijo -Porque nos dice eso?- a lo que la maestra puntualizo...-Su niño no tienen ningún problema como ustedes pensaban, temo decirles que ni Dios hubiera podido ayudarlo, el no esta distraído, el esta realmente concentrado en otra cosa, hablamos con el y no nos pudo decir que era pero nosotros pudimos observarlo con cuidado durante varios días. Vimos que buscaba la ventana como una forma de liberarse y salir, como si quisiera expresarse y la unica forma fuera en su mente imaginándolo mientras miraba la ventana. Pensamos que quizás tenía miedo, inseguridad... a esa edad nadie te ha enseñado a decir lo que sientes ¿o sí?. Mi colega, el maestro de música, me pidió que lo llevara a sus clases tres veces por semana. El niño asisitio, y el primero día comenzo a tocar los tambores con impetú, las cuerdas de una guitarra con tanta alegría que no podría describirlo y por último canto hasta que no pudo más... Hoy, el se ha puesto al corriente, ha realizado todos los ejercicios de la clase y temo decirles que se han equivocado, es muy inteligente-

El conserje impactado , tuvo una revelación: La distracción no existe, siempre estamos poniendo atención porque no somos robots o computadoras que podemos poner en sleep. El problema esta en que a veces no nos expresamos, no somos transparentes, no decimos las cosas, incluso no nos escuchamos a nosotros mismos. Muchos piensan que la sinceridad es una debilidad, que es una arma de doble filo. Yo pienso que es esencial en las relaciones humanas. Y aún más esencial el equilibrar escuchándonos a nosotros mismos, expresándonos con arte, música, pintura, canto, baile, etc... Quien vive en esta vida sin expresarse con arte no sabe lo que es la belleza, no sabe apreciar realmente el universo, pues somos seres que sentimos más de lo que pensamos. Ponerle atención a nuestras emociones y expresarlas es un ejercicio increíblemente sano.
A veces no es que seamos buenos o malos en alguna actividad simplemente estamos desequilibrando o práctica o expresión. NO nos saturemos de trabajo pero tampoco seamos unos perezosos

Hoy, se dice que ese conserje toca en el barrio del artista cada viernes por la noche, estudia economía y es un cazador de conocimiento y experiencias.

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