Lo Tengo Chiquito.

Si amigos lectores.
Hoy quiero hacerles esta confesión.
Me ha costado mucho.
Me siento como Ricky Martin escribiendo que salio del closet.
No es mi caso, me gustan mucho las mujeres.
Pero si les estoy contando la triste historia de Jotace.
Tengo que confesarles algo.
Lo tengo chiquito.

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Eso fue otra de las desgracias de mi vida, ademas de nacer feo y que Gumersindo con su ineficiencia me pusiera en el acta de nacimiento Jotace. Nací con el pipi chiquito. ¿No es para llorar?
De pequeño si me lo notaba extraño, las pelotas las tenia grandotas pero el palito era como un dedo pulgar. Yo inocente de la vida me jalaba el pellejo jugando. Vei la cara de triste de mi madre lengua mocha cuando me vestia. ella sabia que sufriría mucho por tener la picha corta.

Siempre vivia jugando con mi jotacecito, así le llamaba. me lo tocaba y jalaba mientras veía televisión, hasta que un dia senti una extraña sensación. Era un cosquilleo en las piernas y luego se transformo en algo que nunca había sentido, peor que fue muy agradable. Al principio me atemorice un poco, pero despues le agarre tanto gusto que se convirtió en un vicio. era otra época y los niños eramos inocentes, no como los de ahora. De esa manera fue que me di cuenta que desarrolle, una tarde que me puse a jalarme el pipicito y ademas de la ya acostumbrada sensación de placer, algo salio de mi palito. ¡Me asuste mucho! estaba aterrorizado. pensaba que me habia hecho daño, una sustancia salio de alli y no sabia que era. no le dije nada amis padres, fue buscando en un viejo atlas del cuerpo humano que estaba llevando polvo en la biblioteca que descubrí que eso era el semen y había desarrollado.

Ya adolescente me di cuenta que era picha cort, no le prestaba atención, me convertí en un pajero profesional, tres o cuatro veces al dia me jalaba el pellejito. Todo me provocaba, hasta viendo las comiquitas, los dibujos de chicas me daban ganas. Hasta que Miguel, un amigo de la familia vio mi cara demacrada de pajero que hablo conmigo, el era mayor de edad, me llevaba como 5 años.

-Jotace te voy a llevar pa un sitio bien bueno, eso es malo estar todo el tiempo encerrado.

-¿pa donde?¿Cuando? - le respondía con pereza

-Es una sorpresa, ya hable con tu mama y me dijo que si -fue lo único que me respondió.

Al final de esa tarde ya estaba arreglado y Miguel me paso buscando, nos fuimos en transporte publico, en ese tiempo era lo que sobraba y trabajaban hasta bien entrada la noche. Yo estaba intrigado, jamas imagine que estaba a punto de vivir la experiencia mas desagradable de mi vida. llegamos a un sitio donde un tipo estaba en la entrada acompañado de 2 mujeres que fumaban con cara de fastidio, un letrero a medio con unas luces rojas donde se podía leer el nombre del sitio "El Suplicio"-

-Eeepa Miguel como esta todo compa.-dijo el tipo de la puerta.

-Bien, les traigo aca un muchacho pa que me lo pongan fino.

-Eso papi, un virguito mi amor- dijo una de la smujeres acercándose a mi y acariciando mi cabello. Vestía una minifalda blanca y una pequeña blusa que dejaba ver la mayor parte de sus senos.

-jajajaja dale tu Yubisay, todo tuyo- exclamo la otra mujer que era mas vieja y fea.

Todo lo que paso a partir de ese momento sucedio muy rapido, estaba asustado, temblando. Vi que Miguel le dio un dinero al hombre de la puerta y Yubisay me tomo de la mano y entramos a El Suplicio. Todo estaba oscuro y se escuchaba un vallenato al final del pasillo - por acá papito - me dijo Yubisay mientras subíamos unas escaleras feas, un olor rancio se sentía en el ambiente. Pum Pum Pum Pum , asi hacia mi corazón muy rápido. entramos a una habitación que también olía igual de rancio que el pasillo de las escaleras. Me quede parado , no sabia lo que estaba haciendo, ¿Que hago? me preguntaba a mi mismo.

-Lavatelo papito- me dijo Yubisay mientras colocaba un tobo con agua y un pedazo de jabón azul.

-¿Que? ¿Que cosa?- yo no sabia que hacer

-Lavate la paloma papito - me respondió con cara de fastidio mientras botaba el chicle que estaba masticando.

Me puse de espaldas a ella y como pude saque mi palito y me lo labe con jabón azul y el agua del tobo. Me lo guarde y me volví hacia donde estaba ella. Yubisay ya se habia quitado todo y estaba completamente desnuda con las piernas abiertas. Quede petrificado al ver una masa de pelos en medio de sus piernas abiertas, era normal en esos tiempos, no como ahora que las mujeres lo usan todo rapado. Por eso años el pelo era la moda. Me fui acercando, estaba temblando, vi esa jungla negra y no sabia que demonios tenia que hacer. -Quitate la ropa papito y ven a comerte esta catalina- dijo la Yubisa metiendo sus dedos en la masa de pelos.

Me quite la ropa torpemente y cuando estoy totalmente denudo, los ojos de Yubisay se abren de asombro, se me queda mirando y después comienza a estallar en carcajadas. -Jjajajajajajaja- no paraba de reír la coño e madre -jajaja pero si eso es un tuquito, jajajajajaja nunca había visto uno tan pequeño. jajajajaja- Fue tanto la risa y el escándalo que otras compañeras de Yubisay entraron a la habitacion y alli estaba yo, el jotace, expuesto a la burla de todas esas putas que al ver que lo tenia chiquito también estallaban en risas.

-Jajajajaja- sus risas era lo único que podia escuchar. Como pude me vestí rápidamente y salí corriendo de esa habitación, baje las escaleras, volví a sentir el olor rancio. Quería escapar. Desaparecer. Correr

-Que pasa jotace, epa, pa donde vas muchacho- comenzó a gritarme Miguel al verme salir corriendo de El Suplicio. No lo mire, a los pocos minutos ya no lo escuchaba, me fui caminando, ya era noche pero no tan tarde. Tarde como hora y media en llegar caminando a mi casa, durante todo el camino solo retumbaba en mi mente las risas de l aputa Yubisay y sus compañeras. Senti asco al recordar el aspecto de su jungla negra. Me pare un rato pal sentir nauseas. Al llegar ami casa me encerré en mi cuarto. mi madre me pregunto que como me fue con Miguel, le menti, le dije que todo bien. Ella me miro con compasión, sabia que le estaba mintiendo y me dejo solo.

Pase toda la noche jalandome el palito, me lo golpeaba. -¿Porque me haces esto Dios?- llore mucho¿Es justo traumatizar a un pobre niño?, nadie se merece una humillación, la experiencia fue traumática y me marco para toda la vida. Ahora son etapas superadas, pero por u largo tiempo tuve que cargar con ese mal recuerdo .
Por eso ahora digo con orgullo. ¡Si! ¡Lo Tengo Chiquito!

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