El llanto de media noche.

Esteban despertó abruptamente en medio de la noche al escuchar el llanto incesante del bebé. Esteban le decía a su esposa Sandra que se levantara para ir a verlo ya que su llanto cada vez se hacía más desesperado, más sus intentos de despertar a Sandra eran imposibles.

Esteban molesto decide moverla más fuerte ya que en su mente pensaba el bebé estaría muriendo de hambre y su esposa debía amamantarlo y así calmar su hambre.

Siguió moviéndola cada vez más fuerte y Sandra seguía sin moverse, ni siquiera hacia algún tipo de sonido y seguía en su profundo sueño.

En la otra habitación el bebé seguía llorando cada vez con más desesperación y Esteban no sabía si levantarse o no para poder calmarlo.

Se sentía algo inútil en el cuidado del bebé por eso prefería que su esposa fuese quien lo cuidase.

Cada vez el pequeño recién nacido lloraba con más fuerza y Esteban desesperado se levanta y se dirige a la habitación de su hijo, su primogénito, un bebé dulce que tenía apenas dos semanas de vida, su primer hijo y su orgullo.

Llega a la habitación y el llanto incesante parecía traspasar la puerta de la habitación, un llanto que parecía tener un eco que se apoderaba de todo el espacio. Abrió la puerta y se abalanzó a la cuna que estaba vacía, removió las mantas, volteo el pequeño colchón como si el bebé hubiese estado oculto; Esteban no hallaba a su hijo.

Corrió a la habitación por Sandra y al quitar las cobijas se dio cuenta de que tampoco estaba, su desesperación se hizo catastrófica, su esposa he hijo no estaban, su desesperación lo hizo gritar cada vez más fuerte.

De pronto se abre la puerta de la habitación y entra la enfermera con una bandeja, traía un vacito de agua y unas píldoras. -Don Esteban otra vez tuvo la misma pesadilla verdad- le dijo la enfermera mientras le alcanzaba el agua.

-Mi esposa y mi hijo no están- respondía Esteban a la enfermera; tranquilo Don Esteban regrese a la cama solo fue un sueño. La enfermera se retira y se dirige al mesón y sus compañeras le dicen –otra vez la misma pesadilla del paciente de la habitación 402?-, - así es- responde la enfermera; -pobre hombre no puede superar la muerte de su esposa y bebé y aún piensa que está en su hogar, es una lástima- decía la enfermera que lo atendía cada día.

-Sandra tranquila mi amor- decía Esteban mientras abrazaba la almohada pensando que era ella. Todo estará bien, todo estará bien se decía una y otra vez mientras el bebé seguía llorando.

    original de @issymarie. 

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