Una de las asignaturas que más dolores de cabeza nos produce son las relacionadas al área de cálculo tanto para niños, jóvenes y adultos; realmente esto tiene su razón de ser...

Quizás algunos podrían considerar que no será de gran importancia para su ejercicio profesional en el futuro y solo por esto ya se crea psicológicamente una barrera inconsciente. También es propicio mencionar el egocentrismo de la mayoría de los profesores de esta materia por tener la cualidad de ser “la más temida" o simplemente porque no hemos comprendido la finalidad de la aritmética, que no es otra que brindarnos estrategias para resolver problemas de nuestra vida cotidiana.

Sin embargo, hay situaciones muy específicas donde el aprender a calcular es mucho más complejo; a pesar de todos los intentos y estrategias aplicadas, cursos y/o talleres dirigidos, no se logra comprender esta área... Quizás estemos hablando de una #discalculia = dificultad en el aprendizaje de las matemáticas.

Por ello, es importante determinar a tiempo el bloqueo mental ante el cálculo y sus principios. El momento propicio de precisar la existencia de esta condición es cuando nuestros hijos inician la escolaridad... en esta etapa se empieza a mostrar interferencias en la adquisición del concepto lógico-matemático. De ser así pues lo más recomendable es consultar a un especialista (psicopedagogo, psicólogo/neurólogo) y así poder brindar las estrategias adecuadas para su abordaje.

Hablando fácil, nuestro cerebro lo componen dos hemisferios... y según la biología, el izquierdo se encarga de la aritmética, la lógica y el habla. Si efectivamente hablamos de discalculia es porque es evidente una afectación en esta parte del cerebro y por ende amerita más atención.

Por lo tanto, si ya has agotado todos los recursos para que tu hijo aprenda a defenderse en esta área, consulta el comodín de visitar a un experto... Para luego es tarde.