No Claudiques
No somos las víctimas de nuestra vida de hecho creo que somos los sospechosos del crimen, nosotros hemos matado más sueños y virtudes que las consecuencias y dolores de nuestra propia vida, deja de hacer a otros responsables de tus quiebres y hazte responsable de una vez por todas, tienes que saber quién eres, aceptar quién eres y por fin ser quién eres y ya que eso lo hayas logrado entonces tendrás que mejorar quién eres hasta que tus propios límites sean rotos.
Esto va a tomar su tiempo, aprender a hacer las cosas bien toma su tiempo, mucho tiempo, pero vale la pena esperar por la excelencia y mantenerte en la constancia de una absoluta mejora continua, toma mucho aprender a construir, a dirigir, a ser firme en tus convicciones, a no claudicar ante las dificultades de la vida que por momentos son agotadoras
y demandantes.
Pero esto no solo te lo deberás a ti sino también a todas esas personas que te rodean, familiares y amigos que te apoyan y empujan a no detenerte, a ser mejor y también a la gente que me confronta y que no le gustan tus ideas o tu contenido, toma mucho tiempo aprender a analizar con profundidad, a estudiar diligentemente, a buscar con una mirada profunda la verdad, a ser fiel a tus ideas, a ser ordenado y enfocado con tu pasión, toma mucho tiempo limpiar las telarañas de la mente.
Toma tiempo limpiar y fortalecer el espíritu inquebrantable y te seguirá tomando mucho tiempo vivir en una mejora continua, aunque en la vida no se trata de fingir perfección pero sí de empujarte a vivir los límites de tu propia frontera mental y espiritual, a romper con tu molde, si quieres la cima tendrás que saber que esta jamás será el reto, el reto será llegar, disfrutar y no enamorarte de la vista, no contaminarse en el ambiente, bajar y saber bajar y ya que hayas bajado volver a subir, pero ahora llevando a alguien más contigo.
Nadie llega solo a la cima, el trabajo es superar a los que creen que son insuperables, esa es la responsabilidad de aquellos que llegan, están los que caminan, los que corren, los que vuelan y los que te enseñan a volar, no te obsesiones por el final cuando en realidad lo más hermoso e importante es el recorrido, como si lo único que importará de un libro fuera la ultima página, tu vida aún no termina.