Cómo se minimiza la estupidez
Te ha pasado que un problema pequeño lo conviertes en algo grande? A veces cometemos pequeños errores, a eso lo llamamos estupidez. Sin embargo, a muchos nos encanta el drama, y nos quedamos en ese error al que convertimos en un problema. Es importante detenerse antes que se transforme en un monstruo de muchas cabezas, entonces, te cuento cómo se minimiza la estupidez.
En cierta ocasión estaba reunida con un grupo de personas que recién conocía, conversabamos gratamente y en medio de la charla nos enteramos de una venidera fiesta, por lo que mostré gran entusiasmo e impulsivamente me ofrecí a regalar una torta. Días posteriores se me presentaron gastos imprevistos, así que los planes cambiaron.
Con semanas de anticipación al evento, me dirigí a la organizadora y le notifiqué que no podría cumplir con lo ofrecido. Muy apenada me disculpé y brevemente expliqué mis razones. Sin embargo, la respuesta de la organizadora me desagradó, pues ella me dijo con desencanto y juicio “piensa mejor antes de ofrecer”, aunque empleó un tono suave de voz, de todos modos me molestó. Absurdamente, me sentí señalada.
En pocas horas, un simple inconveniente ya lo había convertido en un mal día. Me parecía bastante “injusta” su respuesta, ya que el mundo no se iba acabar por no llevar una torta a una reunión sencilla, informal y de muy pocos invitados. Además, solamente yo me había ofrecido en aportar algo. Ese día quedamos en reunirnos más tarde, cita a la cual no acudí porque me incomodaba hablar con esa persona, ni quería verle la cara.
Al final del día me dí cuenta de mi tremenda malcriadez, Después de analizarlo desde diferentes puntos de vista, entendí que tenía razón al decirme “piensa mejor antes de ofrecer”. Sí, me equivoqué al ofrecer impulsivamente la torta!. Pude ver la profundidad de esas palabras, y el mal rato que me hubiese ahorrado si lo aplicara. Si ella entendió o no mis razones por las que no pude cumplir con lo que ofrecí, ya es su asunto. No obstante, a mí me ha dejado una gran lección.
MINIMIZA LA ESTUPIDEZ
La intención por la que les comparto esta experiencia es básicamente para ilustrar como de un pequeño error hacemos un gran problema. Como mencioné anteriormente, nos encanta el drama, pretendemos siempre que se nos considere. Y en nuestro empeño de querer ser comprendidos, repetimos en nuestra cabeza la historia, la contamos tantas veces como sea posible a todo aquel que se nos cruce por el camino. Allí es cuando crece el malestar.
He aquí lo que les propongo para minimizar la estupidez, son sencillas acciones que evitarán que un error se convierta en un monstruo de muchas cabezas.
- Ante una dificultad o mal entendido, es mejor no esperar buenas reacciones de los demás. Les guste o no, expone simplemente tus razones.
- Procura mantener siempre la calma. Si se te hace difícil, respira profundamente y distráete con cualquier cosa, que te haga olvidar por un minuto ese mal rato.
- Revisa que puedes sacar de provecho a esa experiencia. A mi se me hace útil decretar “dentro de esta situación hay un bien oculto para mi, bendigo ese bien y pido que se manifieste”
- Si te sientes muy tentado en contarles a otros tu estupidez, trátalo con humor. Prepárate un guión de comediante en tu cabeza, bajándole tono al sarcasmo y subiendo el tono a la nota divertida de lo que viviste. Podrías pensar algo así como que sentiste tanta vergüenza deseando tanto ser avestruz para meter tu cabeza bajo la tierra.
- Felicítate por el valor que tuviste al enfrentar una situación incómoda y de cómo lo pudiste resolver del modo más inteligente. Si la otra persona lo entendió o no, ya es su asunto.
- Cuando te sientas más calmado y veas que todo fue una estupidez, considera reunirte de nuevo con esas personas como si nada pasó. Ahora, si realmente no vale la pena darse la oportunidad porque continuamente vives con esas personas situaciones similares, cortalo, y reúnete con quienes valgan la pena.
Realmente creces como ser humano cuando aprecias tu tiempo y tu energía. Ya deja de malgastarlos en estupideces. “Errar es de humano y perdonar es de sabios”. Al primero que debes perdonar es a ti mismo por torturarte con el mismo error una y otra vez. También considera perdonar al que no te entiende y al que no puede ver el mundo como tu lo ves. El reto de cada día es sobrellevar la vida sin enrollarse tanto. Así que te invito a poner en práctica estos útiles consejos.
Como siempre querido Stemian aprecio mucho el tiempo para leer este artículo. Agradezco tu voto y comentario. Recuerda compartir para esparcir la buena vibra!!!
Fuente de imágenes
Algo que aprendí con el proceso de madurez, es brindarle tiempo a las cosas, actividades o a las personas enérgicamente positivas, y no regalar mi tiempo en aquello que me desgasta física y mentalmente.
Una mente sana es el mejor remedio a todas las energías que nos rodean así es mas fácil manejaras.
buen post te has ganado un seguidor saludos!!!
Así es, es mejor invertir nuestras energías en algo que valga la pena. Gracias por seguirme y tu comentario. Saludos!