Mi historia con Bonder, mi gato siamés genérico
Y allí empezó la novela, un idilio entre este dizque siamés y yo que sobrepasaría lo que había vivido con alguna otra mascota hasta mis entonces 30 años. Nunca he tenido un gato como ese minino. Bonder era extraño, diferente a todos los que he tenido, ¡y vaya que he tenido gatos! Era carismático, alocado, con una personalidad increíble. Uno hablaba con él ¡y te respondía! En serio, tu lo regañabas o le mencionabas el nombre y el maullaba, claro, con muecas de pocos amigos, pero lo hacía, como decimos aquí en Venezuela, te reviraba, era un gato rezongón. Si lo encontrábamos dormido en lugar prohibido, cosa muy común en él, pues lo mismo, te respondía allí sin levantar su cara pero con sus ojos mirándote; sabía que estaba mal, pero a él le valía un soberano pepinillo eso, él estaba muy cómodo y no pensaba levantarse de allí. Teníamos que tomarlo y apartarlo de su cómodo aposento.
Era un ladrón muy hábil, era su defecto más grande. Le decíamos el malandro de la cuadra. De hecho una vez consideré deshacerme de él y dejarlo en la calle, pero no pude. No soy de botar animales, más bien los recojo y ayudo. Así que era inconcebible hacer eso, prefería sacrificarlo. Al final no hice ninguna de las dos cosas. Seguí con mi amado felino compartiendo y disfrutando de su compañia y sus travesuras. Una de las anécdotas que recuerdo es que una vez una de mis medias apareció en el patio, no entendíamos como había llegado hasta allí hasta que concluimos que había sido el gato loco ese con complejo de perro, de hecho, así le decíamos a veces "el gato perro". Pues sí, había sido él y lo confirmamos cuando lo descubrimos infragantti robándose mi media una segunda vez.
Yo sufro depresión clínica y justamente en el tiempo que él llegó a la casa estaba pasando por una recaída. Su presencia me ayudó muchísimo a sentirme mejor, eso lo noté yo y todos los que me conocen. Bonder, mi siamés de segunda mano llenó de alegría mi casa y mi vida. Aún así, había momentos donde me sentía mal, triste, lloraba y él, cómo percibiendo eso se acercaba y se colocaba al pie de la cama fuera viendo hacia donde yacía yo acostado o no, pero allí se ponía. Algunas veces lo vi hacerlo, otras no, pero mi esposa lo notaba y luego me decía.
De cachorro le teníamos pelotas del tamaño de una de golf o de beisbol se las lanzábamos y cual perro las perseguía. Todas las tardes era un ritual. Luego fue creciendo y madurando y ya no jugaba; me quedaba entonces yo con los crespos hechos y como un tonto lanzando pelotas y el con su carota seria permanecía impasible.
Al fondo dos de sus pelotas con las que jugábamos.
Cierta vez lo empezamos a ver que adelgazaba. Reconozco que no lo atendí a tiempo. Sin embargo luego de unas semanas lo llevé al veterinario. Le recetó unas medicinas y le inyectó un desparisitante. Esa misma noche le suministré otra medicina que le estaba dando. Recuerdo que mi madre me sugirió que no lo hiciera, aún así se la di sin sospechar que esa sería su última noche conmigo. A la media hora de darle el medicamento, lo vi entrar a la casa con sus pupilas muy dilatadas y luciendo desorientado. Presentí lo peor. Algo me decía que perdería a mi querido Bonder, el siamés hecho en Taiwan. Él estaba mal, pero nunca al nivel de esa noche. Me fui a dormir muy preocupado. En la madrugada me levanté, a eso de la 3:30 am y lo vi desplomado, vivo, sí, pero inerte, no caminada, no reaccionaba, estaba como catatónico. Solo de vez en cuando tenía espasmos, pero de ahí no pasaba.
Me quedé allí con él. Le di suero, agua, lo arropé. Me quedé toda la noche velando su agonía, porque sé o al menos pienso que estaba sufriendo, aunque no lo parecía, pero lo que sí se es que quien estaba destrozado era yo. Me dolía enormemente verlo así. Temprano lo llevé al veterinario. Le dije que lo tuviera en observación y viera si podía hacer algo por él, pero que si no, pues procediéramos a dormirlo. Yo amo a los animales, pero a la hora de verlos sufrir dejo de pensar en mi y pienso en ellos y si la muerte es lo mejor para evitar que sigan sufriendo pues prefiero eso. Cuando fui en la tarde, a eso de las 2:00 pm me dijo la Doctora que un poco después del mediodía había dejado de respirar. Siempre lamento no haber estado allí en ese momento, quise hacerlo, era mi deseo estar presente cuando diera su último suspiro. Pero no se me dio. Me lo traje a casa, me senté en el piso a la entrada de mi casa y allí con él en mis piernas lloré; lloré como un niño mientras lo acariciaba (de hecho, en este momento no puedo evitar que las lágrimas corran por mis mejillas) dándole las gracias por todo lo que me había dado y pidiéndole perdón por no haberlo atendido antes o por darle ese medicamento que creo fue lo que le generó esa reacción.
Vivo cerca de mi madre, ella supo y vino. Por supuesto, otro llanto desconsolado en sus brazos, ella era fiel testigo de lo que Bonder, mi siamés genérico, significaba para mi. Procedí a enterrarlo, obviamente no concebía echarlo a la basura o dejarlo tirado por allí en una calle. El seguiría cerca de mi mientras pudiera. Lo enterré en el patio, entre algunas tímidas lágrimas y con con mucho dolor. Luego de eso lo he llorado quizá unas dos o tres veces, más la de hoy. Tengo una relación extraña con la muerte, no sabría como explicarlo, quizá un día escriba sobre eso. Pero no veo la muerte como el fin tampoco como la continuación de nada o el inicio de alguna fase espiritual, soy agnóstico, no creo en nada de eso, simplemente la muerte para mi es un hecho más de la vida, ni más ni menos. Pero bueno, ese es otro tema.
Mi gato Bonder, falleció el 18 de Agosto de 2017 dos meses antes de cumplir 4 años, . Luego de su muerte me dije que no tendría otro gato por un tiempo. Poco tiempo después me ofrecieron uno muy parecido a él, pero no pude aceptarlo. No quería suplantarlo tan pronto y menos por uno semejante en apariencia. No niego que sí me gustaría tener otro siamés, me gustaría mucho vivir la experiencia de tener otro gato de esa raza. Son de verdad únicos. Actualmente tengo un gato. Ya voy para dos meses con él. Lo conseguí en la calle. No es tan especial como Bonder, pero tiene su encanto.
Ese día le escribí algo en Facebook y se los comparto aquí:
Te fuiste sin prepararme, estabas mal, pero no tanto. Nefasta la hora en que te pusieron esa inyección. Las cosas pasan por algo, trato de consolarme con eso. Disfruté mucho tu compañia, te recordaré por siempre Bobonder, BonderStrike. BonderCats.. Eras el payaso de la casa, trajiste alegría siendo una especie de terapia cuando estuve con mi recaída depresiva.
Extrañaré verte entrar a la casa, cuando vaya a comer no te tendré alli ladillandome y pidiendome comida, ya no tendré el trauma de estar pendiente que te vas a subir al mesón a robarte y destapar las ollas, ya no te veré en las mañanas en la silla donde dormías, ¿a quién carajos regañaré? ¿con quien conversaré aunque se que no entendías ni un pepino lo que yo decía?
Coño mi gato, que vaina, ya no estás. No eras una mascota más, eras único, fuiste soberanamente especial y te voy a extrañar un mundo.
Quien ha tenido mascotas y quienes aman las mascotas saben y entienden muy bien lo que estoy diciendo".
Les dejo con algunas otras fotos de Bonder cachorro y joven. Espero las disfruten. Gracias por leerme.
En una pose un poco pornográfica
Bonder y yo
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Un abrazo motivador steemianos.
Nos seguimos leyendo, votando y comentando.
Demasiado hermoso tu gatito, se parece a mi antonio, yo tenia uno idéntico, pero algún desalmado lo enveneno, cuando nos dimos cuenta ya era tarde!
Gracias por visitarme y comentarme. Y pues sí, hay mucha gente sin alma en este mundo.
Que bello que compartas con la comunidad tu aprecio y todos los momentos pasados con esa pequeña criatura. Como dice el dicho no hay ser más fiel que los animales, bonito tu post.
Gracias @alize99. Así es, los animales son inocentes, nobles y fieles. Gracias por visitarme y comentar
Una cálida bienvenida a Steemit. Esta es una gran comunidad y sé que la pasarás genial aquí.
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Mi amado y recordado sobrino Bonder ♥
Una triste pero a la vez feliz historia :) que bueno que le hayas dado la oportunidad tanto a bonder como hoy en dia a otro gatito de tener una buena familia, tienes muy buenos post que debieron ganar mas.
Hola @adrianachenille. Que bueno verte por acá. Pues sí, fue triste pero fui feliz con él. Siempre lo recuerdo.
Respecto a mis post, pues, así pasa. hay muchos post excelentes por allí que lamentablemente no son votados ni recompensados como se merecen. Gracias por considerar algunos de los míos como uno de ellos.
La idea es continuar. La recompensas llegarán.