LA METÁFORA DEL TEATRO: PEQUEÑO TEATRO

in #cervantes6 years ago (edited)
Saludos amigos de #steemit, comparto un breve comentario acerca de la emblemática obra literaria, ganadora del Premio Cervantes, año (2010), "Pequeño teatro", de la ilustre escritora española, Ana María Matute.

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Este análisis se enfoca en el teatrillo porque abre la posibilidad de concebir una metáfora que representa a la vida en "Pequeño teatro", que alude a la visión fantástica y esperanzadora, intensificada en el personaje principal Ilé Eroriak, ante los aspectos tristes y trágicos de la vida. Para ello, hago un acercamiento teórico formal, inherente a la metáfora, el teatrillo, el teatro moderno, el teatro como metáfora de la vida sustentada en “La presentación de la persona en la vida cotidiana”, de Goffman. A demás, presento al poeta visto como sabio incomprendido, en un lugar mítico, una pequeña población costera, llamada Oiquixia.

La noción que atribuyo a la metáfora en cuestión, respecto a la trama de “Pequeño teatro”, permite concebir un efecto que rebasa los lindes de la ficción literaria, con una suerte de puesta en abismo que crea nexos, desde el nivel de la ficción del relato, hasta la vida real. En ese sentido, abordaré ciertos momentos de esta narrativa, donde se intensifica la ilusión de realidad, por causas de sentimientos muy vivos que, se develan a través de los rasgos personales de personajes cruciales en la novela, verbigracia, sus tristezas, sus miserias y soledades. En última instancia, daré razón de lo magnífico, en contraste con lo diminuto: personajes excelsos por sus ricas personalidades, a la vez diminutos al figurar como objetos o muñecos de un teatro, movidos por los hilos de un titiritero.

La Metáfora

Bousoño (1985), "La metáfora es una figura retórica que consiste en denominar, describir o calificar algo a través de su semejanza o analogía con otra cosa”.

Al expresarse algo a partir de otra cosa, se establece o descubre una correspondencia entre los términos identificados. Las analogías pueden resultar sorprendentes. Las palabras que expresan el término imaginario adquieren resonancias inesperadas. A lo largo de la historia de la literatura, se ha observado una progresión en la semejanza, que en un primer momento se refiere a aspectos sensibles como la forma y el color, pero va volviéndose más abstracta, hasta alcanzar un caso límite en que lo único que resulta semejante entre el término real y el imaginario es la emoción que ambos suscitan en el poeta.

El teatrillo

Para García (2004), el teatrillo “es el lugar en el que tradicionalmente se realizan las representaciones del teatro de títeres, en su interior se instala el titiritero y queda oculto a la vista de los espectadores”. El teatrillo tomó el nombre de castillo o castillejo, en recuerdo de las primeras representaciones que se hicieron, que consistieron en historias guerreras medievales de las tomas de los castillos.

En “Pequeño teatro”, el teatrillo del anciano Anderea, uno de los personajes centrales, es crucial para entender la trama que se desarrolla en la novela, porque funciona como una metáfora que se circunscribe al contexto de todo de Oiquixia, el lugar donde se desarrolla la diégesis. El teatrillo toma un carácter general en Oiquixia, para ser interpretado como un teatro en donde interactúan muñecos, que sustituyen a los personajes del relato, como en una especie de fábula con connotaciones muy vivas, que viene a representar, en un sub nivel, a la historia del relato.

Teatro moderno

Diversas fuentes de información coinciden en que, la aparición del teatro moderno se caracterizó por su absoluta libertad de planteamiento, mediante el diálogo con formas tradicionales. No obstante, las nuevas posibilidades técnicas darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron al desarrollo de nueva maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la creación de escenarios dotados de mayor plasticidad (circulares, móviles, transformables, entre otros.) y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco del proscenio. El teatro queda definido como: “la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también un género literario”.

En “Pequeño teatro”, el teatro como tópico juega un papel fundamental, porque el guión de cada personaje, es exaltado por Anderea, al igual que la figura de un dios que mueve los hilos de cada uno de sus hijos en el escenario del destino.

El teatro como metáfora de la vida

En su obra “La Presentación de la persona en la vida cotidiana”, Goffman (1959), utiliza la metáfora teatral, para denominar el comportamiento de las personas en una realidad determinada. Considera a las personas con un enfoque de actores dramaturgos, para definir así las actuaciones de los individuos en sus interacciones, como si de una obra de teatro se tratase. Crea así una distinción básica en la interacción de los individuos, entre la escena y la trasescena: “en el escenario existen todas las interacciones que la gente hace delante de los demás, mientras que la parte trasera domina toda las que se mantienen ocultas o se guardan”. Para Goffman el teatro es un modelo que nos permite entender la vida social. Los hombres son como actores que se esfuerzan permanentemente a lo largo de toda su vida social para transmitir una imagen convincente de sí mismos frente a los diversos auditorios a los que se enfrentan. No importa lo que uno sea realmente, sino lo que se logra parecer. Podemos actuar, lo que no podemos ser es simplemente hombres.

En “Pequeño teatro” los personajes también están obligados a mantenerse dentro de unos límites establecidos, a actuar la tragedia o comedia de sus vidas.

El poeta como sabio

Tubau (2001), en “Poesía y filosofía en La Circe de Lope de Vega, expresaba que: “los teóricos renacentistas de corte aristotélico, cuando prescribían un saber enciclopédico para el correcto ejercicio de la imitación, no hacían más que reformular la vieja concepción, heredada de la Antigüedad, del poeta como sabio o filósofo y de la poesía como suma de todas las ciencias”.

Respecto a “Pequeño teatro”, el personaje principal Ilé Eroriak representa la figura del poeta, del sabio para quien puede apreciar con ojo muy agudo o puede acertar con un juicio inteligente. Caso contrario para los personajes en el relato, quienes percibían a Ilé como alguien apenas insignificante.

Carácter mítico de Oiquixia

En su prólogo de “Pequeño teatro”, Puértolas describe: "Oiquixia es un escenario de carácter mítico y legendario. Oiquixia, Kale Nagusia, San Telmo... lugares donde la lluvia es un “llanto nostálgico” que resbala sobre las piedras”. Oiquixia adquiere el rasgo propio de un escenario de teatro en donde los personajes del relato se encuentran entre lo inanimado de la marioneta y lo vivo de la ficción misma, es un escenario mágico y realista donde el misterio, las tristezas, los fracasos se tiñen del matiz del amor y el odio. “Al atardecer, se diría que toda Oiquixia estaba a punto de derrumbarse y caer a las aguas rosadas de la bahía. Era un hermoso espectáculo” en contraste con sus noches, “Pero en la noche, desde la colina, el muelle de Oiquixia era como un pulpo negro de ojos amarillos que avanzase sus tentáculos hacia las olas”. Se puede apreciar con propiedad, en este fragmento, lo fantástico de lo mítico y el sello de lo legendario.

Escenario de la vida en “Pequeño teatro

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“Pequeño teatro”, pág. 14, último párrafo:”El anciano era jorobado y deforme, y en Oiquixia llamábanle Anderea. Él mismo tallaba sus muñecos, él mismo trenzaba sus historias. Amor y odio vivían, bajo la noche azul con estrellas de estaño, su pequeña vida de mentira”. El teatrillo del anciano, en la trama del relato, funciona como metáfora de Oiquixia: portal mágico que transforma a cada personaje en una marioneta con vida propia. Esta metáfora se circunscribe a la vida misma, es decir, al mundo real fuera del relato, porque la figura del narrador en la trama de la novela se exalta como la figura de un dios que, conoce las entrañas, los sentimientos más hondos de sus personajes. Desde ese enfoque está narrada la historia, por ejemplo, Anderea ignoraba la pasión misma con que acariciaba a sus títeres: “aquellos muñecos que acariciaba con una ternura que ignoraba el mismo”, o el mismo Ilé, que encaja perfectamente entre las marionetas desarmadas y ya inútiles, figurando como otra marioneta u otro títere: “más que por dejarle dormir en los estantes de los muñecos olvidados. No obstante, el mismo titiritero tiene un muñeco que lo representa a él mismo: “el anciano le quería y le cuidaba más que a ninguno porque era un polichinela jorobado que se parecía a él”.

La figura del titiritero Anderea, con su teatrillo, equivale a al figura de un dios. Toda la trama de Oiquixia queda envuelta por un juego narrativo: el teatrillo, que representa a una fracción de la ficción narrativa, confluye con toda la trama que se desarrolla en Oixiquia. A su vez, Oiquixia funciona como un teatro general. Ésta secuencia resulta el punto clave para comprender la puesta en abismo: el titiritero Anderea con su teatrillo, la trama completa del relato en Oiquixia, en paralelo al gran teatro del destino de la vida real.

Rasgos de marioneta en los personajes

A pesar de que todos los muñecos cobran vida en el enfoque narrativo pero Ilé por ser protagonista, adquiere más vitalidad que el resto de los actantes “Ilé soñaba con ellos, en sueños muchas veces le aterraban hasta despertar bañado en sudor”. Ilé soñaba con los muñecos, se puede apreciar la intensidad de la vida del personajes a través de sus sueños.

En cierto sentido, eso crea la incertidumbre que dificulta comprender la noción de, cuál es la línea que separa a las marionetas de los personajes. Porque éstos tienen características muy caricaturescas, que hacen pensar en la tesis de que son títeres: las descripciones de algunos de los personajes, ya se ha abordado al actante Anderea que, es un anciano que era “jorobado y deforme”, Ilé, que era: un muchachito menudo, con un mechón de cabello negro y rebelde, como la crin de un potro, que se alborotaba sobre la frente. Estaba siempre muy sucio, con escamas relucientes pegadas a la piel y la ropa. Pero tenía ojos azules como mar que duerme. Y su nombre significa pelos caídos. “Las manos de Ilé rudas y deformadas, se extendían hacia el mar, un mar entintado y espeso”, con este último detalle respecto a las manos de Ilé, se complementa la noción de la figura de una marioneta.

En la segunda parte del primer capítulo se describe a Kepa Dever como: ”un hombre corpulento que lucía una hermosa perla prendida en la corbata”, “entornaba los ojos miopes y movía los labios como si rezase” con este rasgo de los ojos miopes Kepa Dever queda totalmente caricaturizado a marioneta, se percibe rigidez y el asunto con la risa se repite con una extraña frecuencia en el relato lo que conlleva a pensar en el movimiento de la boca que se le imprime a las marionetas como gesto quinestésico para dar el efecto o la sensación de habla.

Zazu tenía una línea brutal que le partía la cara “Zazu tenía una línea brutal, partiéndole la cara y en ocasiones una sonrisa triste, una conmovedora, desamparada sonrisa de niña”. Éste es uno de los rasgos más determinantes que pueden argumentar la tesis de que en “Pequeño teatro”, los habitantes de Oiquixia, son unos títeres porque esa línea alude a la costura grotesca, en el mayor de los casos, que se le aplican a los muñecos o títeres. A demás, la sonrisa triste está bien marcada en Zazu como si se tratara de una sonrisa de maquillaje o pintada, perpetua.

Rasgos de miseria en los personajes

En la pág. 18 de "Pequeño teatro", se desecriben a Kepa y su hija Zazu, así: ”Zasu se parecía su madre, altiva y fría; a veces, Zazu se parecía a él; al Kepa grosero, maldiciente, soez, de los primeros años”. Estos adjetivos por si solos representan la pobreza espiritual de los personajes, aunque en Ilé se percibe la miseria pero exteriormente, en el aspecto físico, en su piel y atuendo cubierto por escamas, en su vida de sobreviviente: “comía alguna cosa que le daban, restos del rancho de algún barco, que recogía en una lata vacía”, también se puede percibir ese rasgo en su vida, cuando “ayudaba a descargar los buques, enrolándose como menudo eslabón lleno de orín en la cadena de hombres que recibían su salario”. Ilé es un muchachito, que por hacer una comparación con una referencia hito en la literatura española, se asemeja en gran parte a típico Lazarillo de Tormes, pero en Ilé se destacan características muy bien elaboradas que atienden al concepto del sabio.

En Zazu se incrementa el rasgo de lo triste y misterioso. “¡Pobre Zazu, pobre niña andando sobre el suelo con sus ojos huidizos, sus ojos llenos de un miedo pequeño y triste!”, “¡Pobre Zazu, con un diminuto frío clavado siempre en el pecho, como un cristalino venenoso!”, “¡Pobre Zazu, riéndose con su sonrisa estúpida de arrabal!”, “¡Pobre Zzu, como una niña ciega descalza, en medio de la noche!”. Esta sarta de fragmentos textuales revelan ese aspecto más que mísero y de profunda tristeza presentes, en éste interesante personaje. Sin mencionar a las hermanas Antía que se caracterizan generalmente por ser amargadas y rígidas.

Visión del poeta como sabio en Ilé Eroriak

Para la mayoría de los personajes de la trama de “Pequeño teatro”, Ilé Eroriak es percibido como un insignificante loco”era de cortos alcances, tardo en hablar, y había quien hallaba estúpida su sonrisa. Sus escazas palabras a menudo resultaban incoherentes y poca gente se preocupaba en entender lo que decía”. Ésta es la concepción que casi todos los personajes tenían respecto a Ilé, pero en realidad, algo genial era lo que ocurría en él”; había un rayo de luz, fuerte y hermosa luz, que atravesaba el enramado de sus confusos pensamientos, y le hería dulcemente el corazón. Su grande, su extraordinaria imaginación le salvaba milagrosamente de la vida”.

También le salvaba su ignorancia, y sobre todo, aquella fe envidiable y maravillosa. Ilé, se presenta como inocente y puro pero a la vez con una peculiar sabiduría que muy pocos comprenden “nadie hubiera entendido por qué decía: “ya viene el caballo”, cuando miraba atentamente el borde blanco de las olas que se encrespaban en torno al faro”. Ésta es una preciosa metáfora que alude al gran imaginario y potencial creativo de Ilé, que contemplaba en la espuma del mar un caballo blanco. A demás, él se imaginaba toda una trama, en esa meditación contemplativa”. Ilé miraba las pequeñas olas, las olas que se perdían apenas nacidas, tragadas por las avalanchas de los grandes golpes de agua”. En ello Ilé percibía una especie de batalla con una locura como la de un quijote “¡Levantaos, cobardes, creced más, más, más...!”. El personaje Ilé, indiscutiblemente representa en la trama del relato de “Pequeño teatro”, la figura de un sabio poeta.

Figura enaltecida ante lo diminuto

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Las figuras o conceptos que se imponen son: el referente real del ser humano reflejado en la ficción del cuento. Éste equivale a la voz narrativa, al tener una posición omnisciente ante los personajes en la trama del relato. El aspecto psicológico y los sentimientos de los personajes que, están muy bien elaborados, por ejemplo, “Ilé Eroriak se puso a imitar las gaviotas que bajaban al mar. Una gran paz se habría en el cielo, sobre su cabeza. Nunca hubiera podido decir porque era feliz. Ni siquiera lo sabía”. Se puede percibir que, Ilé es inocente de sus propios pensamientos y sentimientos. Sólo el narrador sabe, a demás, en la narración se insinúa hábilmente que sólo el titiritero sabe los hondos sentimientos de Ilé “pero de esas pequeñas cosas de su alma solo un hombre sabía y comprendía. Era éste un anciano, dueño de un mundo mágico: un teatro de marionetas”. En la trama de la novela existe una administración sigilosa de la información, para crear el efecto de vida propia a los personajes y a la vez, dotarlos de rasgos inanimados de títeres y marionetas, para crear la ilusión de un verdadero teatro. Del gran teatro que es Oiquixia, un gran escenario que se circunscribe a un pequeño teatro, el teatrillo del anciano Anderea; dejando ver la metáfora del teatro en la trama de “Pequeño teatro”, de Ana maría Matute.

También, se puede apreciar lo inmenso ante lo diminuto en:” Kepa, con su vanidad, con un “yo” bifurcado o desdoblado, donde uno es más elevado espiritualmente que el otro. En el fragmento siguiente Kepa puede resultar excelso: “contemplaba la bahía, el camino del faro, las rocas ariscas de la costa. Pero no veía nada que no fuera su propio corazón porque estaba solo”. Y otras veces puede resultar detestable: Kepa bebía a menudo. En estas ocasiones hablaba, hablaba tanto que la gente huía de él. Gozaba entonces haciendo resaltar lo humilde de su procedencia, y explicaba con guiños expresivos como había llegado a ser la figura más importante de su pequeño mundo. Ahí se contrasta aquel hombre contemplativo con el charlatán, ebrio.

También se puede apreciar lo magno y lo diminuto cuando Kepa aborda el barco y se aleja de la costa: se asomó a aquella ventana miserable, redonda, que se abría en la gran panza del barco. Vio el mar como si fuera la primera vez, o la última. Fue entonces cuando tuvo un instante medroso, débil. Sabía que aunque no las veía, las costas de su pequeña población, borrándose inexorablemente, fríamente sobre aquel gran mar feroz y sosegadamente cruel. Se contrasta lo diminuto que se veía la costa ante el mar inmenso.

Conclusión

En la novela “Pequeño teatro”, de Ana María matute, se recurre a la metáfora como recurso estilístico preferido por la autora para desencadenar la trama de esta excelente obra. A lo largo de las páginas de “Pequeño teatro” se percibe como los personajes se asemejan o adquieren determinados rasgos que transforman a los habitantes de Oiquixia en especies de marionetas o viceversa. Esta novela, a pesar de ser considerada por los expertos como de tono infantil, contiene implícito un alto grado de complejidad que, alude a la metáfora del teatro de la vida y sus marionetas; que algo poderoso controla el destino del ser humano. Y en medio de toda esa atmósfera existe una luz, una esperanza que simboliza el buen augurio. Esa luz se ve reflejada en Ilé Eroriak, y significa que a pesar de las adversidades de la vida podemos hacer nuestro propio destino.

En la población de Oiquixia, la soledad se percibe bien marcada como en el cajón de las marionetas descompuestas y desechadas. Sólo en soñar está la clave porque los sueños son el impulso de la gloria. En “Pequeño teatro”, se percibe la moraleja del barco que sacará a los personajes fuera del pequeño teatro y les llevará al mundo de lo maravilloso y desconocido.

Francisco Maravl (Fránmar)

Referencias
Bousoño, Carlos (1985): “Teoría de la expresión poética”, Madrid: Gredos séptima edición. Link: http://dictionnaire.sensagent.leparisien.fr/metafora/es-es/
Goffman, Erving (1959): “The presentation of self in every live”, Traducciones España. Link: https://es.scribd.com/document/66633381/Erving-Goffman
García, Luis (2004): Link: https://www.titerenet.com/2004/01/10/teatrillo/
Matute, Ana (20011): “Pequeño teatro”, Editorial Planeta.
Tubau, Xavier (2001): Link:
https://books.google.co.ve/books?id=0V1fAAAAMAAJ

Sort:  

@franciscomarval, hiciste un trabajo analítico e interpretativo muy completo de esa obra de Ana María Matute. Me pareció lo más interesante esa mirada en cierta puesta en abismo: el teatro de marionetas como objeto de una novela donde los personajes son mostrados como marionetas.

Agradecido, @josemalavem, sobrio comentario, hasta pronto, estoy pendiente de su artículos literarios.

Excelente, @franciscomarval. No puedo decir nada que añada a lo que @josemalavem ya ha expresado concretamente. Te felicito. ¡Saludos!

Encontre tu post a traves de la semana lectora de @salvao.
Tienes mi upvote, te dejo comentario por otro lado.

Gracias por tu comentario y apreciación, @pepiflowers, estamos leyéndonos.

Riquezas literarias como esta que compartes son dignas de ser evaluadas, gracias por compartirla.

Gracias por tu comentario y por leer, @pastorbastida, ya estoy siguiendo tu blog; hasta la próxima vez.

Un trabajo minucioso de la obra, te felicito @franciscomarval.

Hola, @aurodivys, saludos, es un placer conocerle, gracias por leer, estaremos en la faena literaria de crear y compartir ideas, hasta pronto.

¡Excelente análisis, @franciscomarval! Me encantó este post. Está muy completo, muy bien documentado. El tema es por demás interesante. Gracias por compartir.

Saludos, @eudisdiaz, muchas gracias, qué bien le haya gustado el tema. Y sí, seguiremos compartiendo saberes. Hasta pronto, hoy paso por su blog nuevamente. Anoche estuve revisando el material de creación de vestuario que usted publicó; muy interesante.

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