QUISIERA
Quisiera dormir tranquilo con la certeza de morir pronto,
solo,
cebado de esquinas,
olvidado
y balbuceando que nunca nada me supo igual.
Nunca después de ti.
Quiero ahogarme en gritos sordos
y dejar de lado todas las preguntas tontas que se me vienen a la cabeza cuando te recuerdo.
Vaya estupidez, ¿no?