Exhausta por querer a medias.
Sumergida hasta el cuello en la monotonía, por mí empeño en querer a medias, por temor, desconfianza, rencor, cosas del pasado que realmente ya he olvidado o aceptado, por alguna razón siguen conmigo, causando un caos que no sé cómo calmar. Con un mapa exacto de la salida del laberinto, guardado durante años en mi bolsillo derecho y con el momento adecuado para usarlo, siguiéndome de cerca desde hace siete cuadras; así vivo la vida, dañando a quien me quiere por no saber dar un poco más, con una tendencia a la auto destrucción. Para qué negarlo, escucho a cada persona que me habla de afecto, apego, cariño, estima, lealtad, con un ojo cerrado, esperando el golpe «siempre esperando» y mientras, armando un contragolpe inmediato, uno que nunca me he atrevido a dar, y en el fondo sé que no lo haré, solo lo imagino.
"El sol que lucha desesperadamente por salir de sus ojos y termina tristemente muriendo en sus pestañas"