Los hijos de Eva (primera parte)

in #cervantes7 years ago (edited)

Hola amigos de Steemit! Hoy quiero compartir con ustedes la primera parte de un cuento que escribí hace ya algún tiempo, su nombre es Los hijos de Eva y es una corta ficción con un trasfondo un poco más filosófico... La verdad es que es una interpretación respecto al mito de la creación, pero esta interpretación sólo se entreverá al finalizar el cuento, de resto creo que puede ser una historia entretenida, por lo que hoy quiero compartirla con ustedes. Con ustedes la primera parte de Los hijos de Eva.


Los hijos de Eva.

A la vieja costa de la isla Girán era común que llegarán peces u otras criaturas marinas muy extrañas, de diferentes colores, formas y tamaños, a veces estos ni siquiera se encontraban calificados en los libros de especies. Esto, se presume que, se debía a las extrañas corrientes submarinas que bordeaban a la pequeña isla caribeña. Todos en el pequeño pueblo, que se encontraba en el centro de la isla y había sido bautizado igual que la misma, estaban acostumbrados a la llegada de estas criaturas y lo tomaban ya como algo natural. Algunos de los más ancianos incluso recuerdan cómo llegaron al centro de la plaza, que se encontraba diagonal al gran mercado pescadero, un grupo de jóvenes marinos que emocionados traían consigo, arrastrado por mecates y sobre una improvisada comparsa de madera, el cuerpo de un enorme calamar gigante, con cientos de tentáculos rojizos y un enorme ojo brillante en el centro de su extraña cabeza puntiaguda. Estos raros eventos pasaban desapercibidos para el resto del mundo, al ser una isla pequeña y poco turísticas al este de un país sudamericano, en dónde aún la industria no había llegado a afianzarse, sólo recibía esporádicas visitas de curiosos aventureros que habían escuchado leyendas, que llegaban de boca en boca, sobre la extraña isla de Girán y sus "monstruos" marinos.

Pero un día, ocurrió un evento que hasta para los alegres habitantes de Girán resultó ser una total anomalía. Eran las 5 de la mañana y el viejo José, como hacía todos los días, salía en su viejo bote pesquero acompañado de su hijo mayor, bautizado también "José", a probar suerte en las costas de Girán en busca de una buena pesca de sardinas. Al igual que todos los pobladores de la isla, conocía las historias de las extrañas criaturas y acostumbraba ver estas guindadas en el mercado, pero él, en sus 40 años como pescador, no se había encontrado con ninguna de esas raras criaturas, tampoco le interesaba realmente encontrarse con éstas, ya que no siempre se vendían de la mejor forma en el mercado, debido a su propia naturaleza extraña la gente tendía a abstenerse de comerlas y, generalmente, sólo eran presentadas por los pescadores como trofeos en la plaza central.

A José nunca le había interesado esa competencia de los pescadores y le parecía realmente tonta esa búsqueda de enaltecer el ego que acostumbraban sus colegas. Pero a su hijo José, siendo un joven y fornido muchacho de 22 años, sí interesaba de gran manera encontrar una de esas raras criaturas y poder, como se repetía en su imaginación, pavonear en medio de la plaza dónde sería admirado, y envidiado, por los demás jóvenes y atraería la atención de las muchachas más guapas del pueblo. Ya eran casi las 9 de la mañana y los dos hombres se encontraban en medio de las extrañas aguas, José seguía fantaseando con la gloria mientras se encargaban de lanzar las redes en busca de las sardinas. Había sido un día bastante productivo y ya tenían una buena suma de peces en el bote, estaban listos para sacar por última vez la red y retirarse cuando ocurrió el extraño “milagro”. Mientras alaban la red y ésta salía del agua, notaron que en ella había algo además de los peces y, para sorpresa de los dos hombres, lo que se encontraba entre los hilos no se trataba de un extraño pez, ni mucho menos un calamar gigante, en realidad era una figura familiar. En un principio pudieron ver piernas, luego pies y consiguientemente unos brazos largos y blancos como las nubes del cielo de Girán, a continuación una larga cabellera rojiza que caía sobre una cara delicada e infantil, casi angelical. Los hombres alarmados subieron rápidamente a la criatura al bote. Al soltar la red, notaron que sin duda se trataba de una joven muchacha, no parecía mayor de 16 años de edad a pesar de su gran altura y esbeltez, estaba totalmente desnuda e inconsciente y sin duda nunca la habían visto en el pueblo, nadie olvidaría un rostro tan hermoso como el de esa extraña muchacha. Los dos hombres, algo alterados y en total confusión discutieron un momento qué hacer con la extraña muchacha de cabellos rojizos. Concluyeron que lo primero y más importante que debían hacer era comprobar si la joven se encontraba con vida, los demás problemas de la extraña situación los resolverían al volver al pueblo. El joven José se acercó nervioso y muy consternado al cuerpo inerte y colocó su oído sobre el pecho de la muchacha... no se escuchaba ningún sonido, continuó un rato ahí pegado, no había respuesta ni señales de vida, pero el joven José se rehusaba a aceptar que esa muchacha tan delicada y joven se encontrara muerta.

Así continuo pegado a su pecho mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos, su padre lo veía inmóvil y confundido desde el otro extremo del bote pesquero. Cuando José ya no pudo llorar más, y se disponía a alejarse del cuerpo sin pulso, se percató de que algo se paseaba por su cabeza, la mano de la muchacha acariciaba delicada y dulcemente los cabellos negros del joven. El muchacho incrédulo, porque seguía sin percibir pulso alguno, levanto la vista y notó que los ojos de la muchacha estaban totalmente abiertos y lo miraban tierna y fijamente, eran los ojos más hermosos que alguien en la isla hubiera visto jamás, estaban llenos de una misericordia atemporal que irradiaba desde su centro, donde el azul y el violeta parecían jugar y bailar como jóvenes enamorados. La muchacha volvió a cerrar sus misericordiosos ojos y con una sonrisa en los labios cayó dormida, por su parte José, preso de la sorpresa y la emoción, cayó desmayado mientras su padre se esforzaba por entender la inexplicable situación. Al llegar el bote a la costa, como de costumbre había un montón de pescadores en ella y el viejo José, que llegaba a la orilla con su hijo desmayado y una muchacha desnuda e igualmente inconsciente en el bote, no tardó en llamar la atención. El bululú de personas interesadas en observar lo ocurrido llegó rápidamente, José pidió privacidad pero era algo que parecían no conocer los curiosos pobladores de la isla Girán. José enojado pidió que aunque sea lo ayudarán a trasladar el cuerpo de su hijo y el de la muchacha a su casa en el centro del pueblo. Todos estaban fascinados con el delicado cuerpo de la joven pelirroja, algunos, los de menor moral, que acostumbraban gastar todo el dinero de la pesca en aguardiente, hasta intentaron posar sus endurecidas manos sobre la inconsciente muchacha. El viejo José, indignado ante tan mezquinos comportamientos, en un rol casi paternal, cubrió a la muchacha con una lona y se encargó de llevarla cargada él mismo y amenazó con su puño cerrado al que intentara algo irregular. El viejo José era muy respetado por los demás pescadores, era un señor de baja estatura pero de espalda y cuello muy anchos, no aparentaba los 64 años que ya arrastraba consigo, ni sus ojos amables el fuerte carácter que llegaba a tener.

Ilustración - Daniel Irala - Marabunta año 3 No. 5.jpg


Bueno amigos, esta ha sido la primera parte de los hijos de Eva, si te ha gustado o parecido interesante por favor comparte y si quieres conocer un poco más sobre esta historia u otros cuentos, sígueme... Me gustaría que dejaras tu opinión en los comentarios (Una de mis cosas favoritas respecto a publicar en Steemit es poder conocer luego lo que piensan los demás sobre mis escritos).

pd: la ilustración también es de mi autoría, Pueden encontrar más ilustraciones similares en mi blog o en mi perfil de instagram.

Coin Marketplace

STEEM 0.16
TRX 0.16
JST 0.030
BTC 59433.20
ETH 2442.78
USDT 1.00
SBD 2.44