Caricuao es de color Lila

Foto Por: César R. Pinto

Los años la han obligado a caminar con ese halo de temor que va implícito en lo desconocido, en las primeras veces, en las aventuras nuevas. Su vista casi siempre va enfocada en el piso, trata de esquivar los huecos de las calles, aceras, y pasillos de la zona en la que ha habitado por medio siglo, levanta la mirada cada vez que un grito llama su atención: – ¡Lila!, entonan con entusiasmo hombres, mujeres y niños.

Se detiene, sonríe y saluda por su nombre a cada una de las personas presentes. Aparentemente siempre tiene algo que decir o preguntar: ¿Cómo sigue tu mamá? ¿Cómo va la universidad? ¿Qué tal le está yendo a tu hermana que se fue del país? ¿Pudiste comprar el otro día que te vi en la cola? ¿Ya estas jubilada?, da la impresión de estar enterada del pasado reciente de cada uno de los interlocutores que va encontrando de camino a su casa.

Su cabello lacio invade el espacio de sus lentes constantemente, impidiéndole ver a sus pequeños, pero expresivos, ojos. Sus canas hacen contraste con su piel morena. La coquetería femenina la hace pararse frente al espejo varias veces antes de salir de su casa. Cree que los años le han restado centímetros al 1,58 cm que reseña el antiguo formato de la cédula de identidad de su juventud.

Su nombre es Lila Piñango, la lideresa social más importante en la historia de la Parroquia Caricuao, la única parroquia ecológica de Venezuela y Latinoamérica.

La Parroquia Caricuao es la tercera parroquia más grande del municipio Libertador de Caracas. Su nombre rinde honor al Cacique Caricuao, aborigen rebelde que se opuso y combatió la conquista española en el territorio que hoy ocupa la capital del país.

La conexión de Lila con la comunidad termina teniendo sentido, al descubrir su trayectoria. Fue la primera Presidenta de la Junta Parroquial y la última Jefa Civil, esto sin mencionar que fue electa para representar a la parroquia en el Concejo Municipal.

Foto Por: César R. Pinto

Barquisimetana de nacimiento

Lila nació el 26 de Julio de 1941 en Barquisimeto, Estado Lara. Llegó a Caracas el día que cumplió 12 años, mientras en Argentina lloraban el primer aniversario de la muerte de Eva Perón y en Cuba se encontraba en pleno desarrollo el asalto al Cuartel Moncada, sin dudas, una fecha cargada de un profundo contenido social, ideal para el inicio de una carrera política.

No es seguidora de ningún deporte y asegura no entender el béisbol, sin embargo, se declara fanática de los Navegantes del Magallanes y sentimentalmente de los Cardenales de Lara, el equipo que representa a su estado natal.

Desde su egreso de la Escuela Normal de Caracas en 1958 se dedicó a enseñar con la metodología aprendida hasta ser ascendida a Directora antes de llegar a los 30 años.

“La maestra Lila es un ser excepcional que enseñaba con mística, pasión y mucho cariño a todos sus alumnos”, expresa Giovanna Azuaje exalumna de Lila.

Foto Por: César R. Pinto

Caricuarense de corazón

Su encuentro con Caricuao ocurre en 1967, ella y su madre son las primeras en habitar el Bloque número 13 del proyecto estatal de desarrollo habitacional más grande de Latinoamérica para la época.

Con su llegada también comenzó una idílica y larga relación que perdura hasta hoy, lo que la ha llevado a comprender que el rol de enseñar va más allá de las aulas.

Conoce a la perfección cada rincón de la parroquia, “desde la Cidra hasta el Onoto”, (dos barriadas con realidades similares que se encuentran divididas por la Urbanización Ruiz Pineda), y disfruta recorrerlas a pie cada vez que puede.

Realiza hasta cuatro recorridos enteros de la parroquia anualmente, visitando a su gente, escuchando las nuevas penas que los aquejan, las necesidades que han surgido desde su última visita y actualizando su bitácora mental con los últimos acontecimientos.

Al finalizar la construcción de los 219 edificios que integran la parroquia, en 1967, se procedió a mejorar y ornamentar las áreas verdes de los edificios y diferentes lugares de esparcimiento. Entre las obras realizadas se encuentra la escultura “El Conjuro de Caricuao” del escultor Alejandro Colina, mejor conocida como la Plaza del Indio, símbolo principal de la parroquia.

La Plaza del Indio es una pequeña plazoleta en forma de sol compuesto de 20 rayos, cuyo centro está ocupado por la escultura alegórica del aborigen con el brazo derecho levantado sosteniendo dos serpientes en posición de ataque y en su mano izquierda aprieta el rabo de un par de lagartos cuyos cuerpos descienden hasta sus talones.

En sus inicios la escultura fue erigida hacia el centro de la parroquia, en la misma zona donde funciona la edificación de la extinta Jefatura Civil, hoy Registro Civil. La Junta Parroquial por iniciativa de Lila, realizó los trámites necesarios para trasladar la sólida escultura de granito y cemento rojo a la entrada principal de la parroquia, justo donde culmina la autopista Francisco Fajardo. En la actualidad la escultura forma parte del patrimonio histórico de la ciudad.

La decisión causó diversas impresiones entre los parroquianos, yendo desde felicitaciones hasta amenazas, “muchos de quienes se opusieron a la bajada del Indio, hoy son grandes amigos míos, así es la vida”, confiesa entre risas.

Cuando se desempeñó como Presidente de la Junta Parroquial se encargó gestionar el suministro de los servicios de agua, luz eléctrica y la pavimentación de las calles de las diferentes barriadas de su jurisdicción.

Foto Por: César R. Pinto

Tras su elección como Alcalde Metropolitano de Caracas, en 2008, Antonio Ledezma la designó como Jefa Civil logrando durante su gestión (2008-2010) el reconocimiento de Caricuao como Parroquia Ecológica.

Caricuao es un valle puesto que está rodeado de una cadena montañosa ocupada por cuatro parques: el parque recreacional Leonardo Ruiz Pineda; el parque Vicente Emilio Sojo; el Zoológico de Caricuao (el más importante de Caracas) y el Parque Universal de La Paz. Ésta cualidad convierte a Caricuao en el segundo pulmón vegetal de la capital, después del majestuoso cerro El Ávila.

Su labor como Primera Autoridad Civil de la Parroquia Caricuao finalizó en 2010, tras el desconocimiento de las funciones de la Alcaldía Metropolitana de Caracas por parte de Gobierno Nacional. Las funciones de la Prefectura de Caracas fueron absorbidas por el Registro Civil.

Maestra de Profesión

Lila María, como la llaman los integrantes de su entorno más cercano, entendió la política como una manera de servir a las comunidades, de tenderle la mano a los más necesitados, de darle oportunidades a la juventud para superarse y a los no tan jóvenes para que alcanzaran una vejez digna. Todo esto ejecutado sin discriminación ni distingo alguno, cuando se tiene intención de ayudar, de servir, de colaborar los colores políticos sobran.

Emprendió planes de apoyo a las mujeres de Caricuao, permitiéndoles aprender un oficio y ubicarlas rápidamente en las diferentes dependencias de la administración pública, gestionó becas a los estudiantes con mejores promedios de todos los centros educativos de la parroquia, consiguió que las autoridades municipales construyeran decenas de canchas deportivas, parques gimnásticos, una biblioteca pública y cuatro capillas velatorias para que pudiesen darle el último adiós a los vecinos, que partían a otro plano, sin necesidad de tener que salir de la parroquia.

“Si existieran Lilas en todas las parroquias de nuestro país, que maravillosa sería nuestra tierra”, asegura el político venezolano, Enrique Mendoza.

En la actualidad, por la situación económica que atraviesa el país y su posición política distinta a quienes gobiernan, su acción social se ha visto disminuida. Sin embargo, busca siempre la forma de incentivar el deporte, la religiosidad y la integración entre vecinos.

Foto Por: César R. Pinto

Ciudadana por convicción

Es católica practicante, su casa guarda gran parecido con una iglesia, más de 50 imágenes representativas del santoral católico adornan su hogar, todos los días enciende una vela al santo que indica su almanaque, luego de rezar y tomar una taza de café (su único vicio) procede a realizar las primeras llamadas del día: felicita a los cumpleañeros, pregunta por los enfermos y saluda a las amistades.

Decidió no ser madre para poder entregarse en cuerpo y alma a la comunidad a quien le debe grandes satisfacciones y algunos sin sabores.

No se lleva bien con la tecnología, prefiere realizar la mayoría de las cosas de manera tradicional, y si el caso lo amerita llama a cualquiera de las personas de su equipo de trabajo para que la auxilie.

Es dulce pero estricta. Le gusta supervisar con rigor que todo se lleva a cabo según la planificación hecha. Cree ciegamente en la juventud a quien le brinda todo el apoyo, “los viejos tenemos la experiencia y los contactos, los jóvenes la energía y las ideas.”

En Caricuao Santa y el niño Jesús no son los únicos que traen regalos para los niños. Desde hace 30 años emprende una hermosa labor social en la que lleva regalos a los niños de las zonas menos favorecidas de Caricuao. La tarea inicia desde el mes de octubre cuando se comienzan a hacer las llamadas a las distintas amistades que sirven de aliados en esta tarea, unos con apoyo monetario, otros con juguetes. En noviembre se comienzan a recibir las cartas y listados de los niños, que sirven de apoyo para la clasificación por edades, sexo y zona. Finalmente llega el gran día, desde las 6:00 AM del 24 de diciembre se inicia la repartición de los regalos en las diferentes barriadas de la parroquia.

Esta iniciativa comenzó a realizarse durante el periodo presidencial de Jaime Lusinchi (1984-1989), realizándose los primeros dos años de la mano de la Primera Dama de la Republica, Doña Gladys de Lusinchi posteriormente con la compañera sentimental del mismo, Blanca Ibáñez. El primer mandatario había ordenado toda la colaboración posible para Lila, quien entraba y salía de Miraflores con completa libertad como si de su casa se tratara.

Con acciones como ésta la líder se ganó el respeto de sus compañeros y adversarios políticos, logrando contar con su apoyo en el desarrollo de todos los proyectos que ha emprendido hasta ahora y que sigue emprendiendo “mientras que Dios le otorgue vida”.

Decálogo de una Lideresa

1. Amarás a DIOS sobre todas las cosas.
2. No olvidarás que el objetivo principal debe ser el bien colectivo.
3. Llamarás constantemente a todas las personas que contribuyeron contigo en la realización de todos tus proyectos.
4. Trabajaras de manera incansable y sin distingo alguno.
5. No interpondrás los intereses personales antes que los colectivos.
6. Ayudaras a todo el que puedas
7. Jamás podrás complacer a todo el mundo, todo el tiempo.
8. Estarás siempre dispuesto a escuchar sugerencias.
9. No ocultarás tus errores.
10. Sentirás orgullo de todo lo que has logrado.

Por: César R. Pinto