Trinidad y Tobago - Not all who wander are lost - Parte V.

Este es mi post de despedida a toda la aventura Trinitaria. Aunque no pude contar toda la «historia» completa, me alegró escribir y recordar en el proceso un par de puntos importantes.

Como les había comentado, el trabajo no lo fue todo. Tuve la oportunidad de recorrer la isla en un viaje de carretera increíble, visitar playas hermosas al borde de la vía, probar distintos platos típicos y nutrirme de todas y cada una de las personas que conocí en el proceso

Not all who wander are lost. Esa frase se encontraba fijada en la pared del restaurant de Sages, en un pequeño cuadro. No todo el que vaga está perdido, reza en español. Hasta entonces, siempre creí que estaba perdida, que no tenía un norte claro, que entre vuelta y vuelta de la vida había terminado, por ejemplo, en Trinidad. En ocasiones atribuía todo a un “golpe de suerte” o una “mala jugada del destino”, dependiendo del caso. Gran error, debo admitir.

En aquél momento comprendí que estaba equivocada. Sí, es verdad: iba por la vida tomando oportunidades, pero eso no significaba que estuviese perdida o no supiese que hacer. Quería y quiero hacer muchas cosas, eso lo tenía muy claro. Simplemente debía aprender a comprenderlas y a comprenderme a mí misma. Hoy me encuentro acercándome a ese proceso.

Las Cuevas, una de las playas más populares de la isla de Trinidad

Museo Nacional y Galería de arte

(disculpen la mala calidad de las fotos; fueron tomadas, todas, con un motoG primera generación)

¡Un abrazo!