La Bohemia

La vida en ciertas ocasiones nos presenta ironías,que cuando logramos hacer la conexión con nuestros recuerdos, logran dibujar levemente una sonrisa en nuestros rostros tal es el caso de las historia que vengo hoy a contarles.

Como requisito en mi carrera universitaria debo cursar una materia extracurricular relacionada al área de humanidades, y mi elección entre tantas para ese entonces (Hace aprox. 1 año y medio) fue danza contemporánea, siempre quise incursionar en lo que era el ballet o algo relacionado y me pareció que era mi oportunidad.

De esta materia conservo los mejores recuerdos, días de practica, dedicación , dolores por los ejercicios, los múltiples moretones que siempre me marcaban, pero a pesar de tanto, no me arrepiento de nada ni de ninguno de los días que pase ahí, creo que me ayudaron a crecer como persona, porque todo conocimiento es ganancia .

Una de las cosas que mas me marco fueron las canciones que se eligieron para nuestra presentación final, la cual iba a ser al final del semestre. Dichas canciones fueron 2 : [La bohemia - Charles Aznavour] y [El tango de Roxanne - Moulin Rouge]

La bohemia - Charles Aznavour

El enfoque que tiene esta canción es sobre un amor que se tuvo en la juventud, las carencias que pasaron, el cariño que se tuvieron y como paseaban de la mano por las calles de parís luego, muchos años mas tarde, el protagonista vuelve al lugar donde estuvo con su gran amor, el café donde se sentaban a hablar de su futuro a planificar sus vidas, el lugar donde vivió los mejores años de su vida y "lo encontró cambiado", seguían las mismas personas pero era un pueblo envejecido, aquel viejo café ahora era un cabaret y su gran amor era quien lo atendía lo cual deja una gran impresión en nuestro protagonista y como dice al final de la canción "La bohemia, era una flor que al fin murió..."

Para mi gran sorpresa ya no era una ambigua improvisación de sala de teatro por donde teníamos que correr y saltar y practicar una y otra vez hasta que saliera bien, en donde nuestro sudor formaba una nueva capa en el suelo, y en donde dejábamos un poco de nosotros... Ahora, no estaban los afiches de galas pasadas, ni vestuarios para el club de teatro, nada de esto estaba, ya la esencia de la sala no estaba, era simplemente otra aula, con el mismo fin de una clase distinta.

Y ahí me di cuenta de lo efímera que es nuestra existencia, nuestro paso puede ser borrado de este mundo sin dejar un rastro que indique que alguna vez estuvimos ahí, pero mientras nuestro recuerdo permanezca en la mente de una persona, mientras nuestro recuerdo siga echando raíces, esa sala volverá a tener todos los colores del arco iris y volverá a escuchar músicas para correr y saltar y girar y girar.