Quizás a todos alguna vez nos ha pasado que terminamos una relación amorosa, lo cual es algo muy desagradable y doloroso, y más aún cuando la relación ha sido duradera pues los vínculos tienden a ser más fuertes, lamentablemente muchas veces el amor y el dolor van de la mano, pero en ciertas ocasiones ese “terminamos” se convierte en una palabra no aceptable para alguna de las dos partes, en la mayoría de los casos suele ser la parte dejada. Pasar por ese terrible episodio no es fácil y muchas veces nos estancamos en la tristeza y la obsesión, el punto es que cerrar ese ciclo y dar por acabada esa relación solo depende de nosotros mismos, es importante decidir si te quedas allí sufriendo de por vida por aquel amor que en definitiva ya no te pertenece o si continuas tu vida en busca de la felicidad con otra persona.

Si te empeñas en quedarte allí sufriendo solo lograras llenarte de odio, rencor, convertirte en una persona amargada, grosera, pesimista y hasta puedes deprimirte (algo que no es bueno para la salud mental), esta elección nunca dará paso a la felicidad que tanto deseas.

En mi opinión la última es la mejor opción, hay que tratar en la medida de lo posible intentar superarlo de forma sana, pues eso te brindara la tranquilidad que tanto deseas y te dara paz interior, bien dicen por allí que no hay nada que el tiempo no cure, con el pasar de las semanas te darás cuenta que no todo fue malo, hay que buscar siempre el lado positivo de las cosas, quizás esa ruptura te deje algún aprendizaje importante, y lo mejor que puedes hacer es tratar de llevarte los más bonitos recuerdos de esa relación, al fin y al cabo fue agradable mientras duro.

"Solo cuando nos despidamos del otro desde el cariño, podremos abrirnos de nuevo al amor", señalan las expertos, para superar lo más rápido posible esta etapa tambien es recomendable compartir el dolor con familiares y amigos cercanos, mantenerse activo socialmente, centrarnos en todo lo positivo que nos rodea para volver a sentirnos bien con nosotros mismos o con otra pareja.

Nadie ha dicho que sea fácil culminar una relación amorosa, es una herida sentimental que tarda mucho tiempo en sanar, pero la decisión de superarlo solo depende de ti, después de todo siempre se puede comenzar de nuevo, está en ti permitir que tu vida se reacomode, así que cierra el capítulo y pasa esa página porque la vida continúa y es demasiado bella para desperdiciarla.