CADA VEZ QUE TE MIRÉ A LOS OJOS
Te mentí
Cada vez que te miré a los ojos
Para decirte que yo estaba bien así
Te mentí en cada demostración de autosuficiencia:
Ni yo era fuerte,
Ni tú el más débil,
Pero yo era un ejército armado con flores.
Te mentí desde el principio.
Yo ya sabía que iba a enamorarme de ti
Antes de preguntarte
Si ibas a besarme de una vez.
Te mentí.
Yo ya sabía que me metía en la boca del lobo,
pero es que no quería otra;
ser consecuentes nunca fue la primera opción.
Te mentí,
no dejé de escribirte ni un solo día:
Arranqué las páginas
Me deshice de los poemas
Como si me pudiera deshacer de ti
Te mentí,
te mentí una y otra vez.
No quería que ese beso fuera el último,
Ni ese abrazo
Ni esos gemidos.
Te mentí
Esa noche de suplicas
Diciéndote que jamás te perdonaría
Te mentí cada vez que intentaste irte;
Te mentí asumiendo un autocontrol y una posición desinteresada
Te mentí cada vez que te dije
Que el espacio era lo mejor,
Yo ya tenía calculada la distancia
Te mentí cada vez que te dije que no me hacías daño
Te mentí cada vez que te dije que yo sabía lo que hacía
Te mentí,
Tenía miedo,
y cada vez que te mentía
Me mentía a mí misma;
Pero claro…
Tu mentías mejor.
Que hermoso poema Ana... he vivido algo que me conecta mucho con tus palabras. Entiendo lo que es mentirle al otro y automentirse como mecanismo de defensa. Siendo honesta me hizo sentir un poco triste y todo, y eso esta bien, tu arte ha logrado conectar. Gracias por ello Anita.
Que bueno cronos, me alegra haberte hecho sentir algo...
Espero seguirnos leyendo
¡Gracias!