La nueva moneda: El café.
Recientemente visité a la familia de mi esposa. Ellos son campesinos de la zona alta del estado Portuguesa, en Venezuela.
Son caficultores desde siempre. Su apellido: Pérez.
Ya han transcurrido más de cien años desde que sus abuelos fueron pioneros en esas montañas, vírgenes, prístinas, hermosas, enclavadas en un inmenso verde. Iniciando la década del dos mil ambos abuelos fallecieron, contando con más de 90 años cada uno.
Las 90 hectáreas que conforman la finca fueron heredadas por sus dos hijos, quienes ya cuentan con más de setenta años. Entendieron que debían diversificar la actividad de cultivo del café. Esto los llevó a cultivar cambur, yuca, auyama, quinchoncho, caraotas, frijol, cilantro, tomate, cebollìn, cebolla, limòn, lechoza, oregano, onoto, maíz, entre otros vegetales. Crían conejos, ovejos, vacas, caballos, cerdos, gallinas y pavos. Los acompañan sus perros y loros.
Cabe destacar que han dedicado toda su vida al café. Los nietos siguen el mismo rumbo y ya han tomado las riendas de la actividad agrícola. Imagen tomada con mi teléfono android.
Uno de los nietos Pérez y su hijo. (tercera y cuarta generación)
Aquí trabajan por igual hombres y mujeres. Atienden sus predios y cuando tienen oportunidad le trabajan a algún vecino. Pocos apartan tiempo para estudiar. Se conformaron con leer, escribir y manejar las operaciones matemáticas básicas.
Son hábiles y muy inteligentes.
De hecho, lo han demostrado ante las desastrosas políticas económicas y agrícolas de Chávez y Maduro.
Su vida transcurre en una zona montañosa , a más de una hora de camino, en carro, del pueblo de Chabasquén.
Los víveres fundamentales como la leche, azúcar, sal, aceite, arroz, pasta y productos de aseo personal, son difíciles de conseguir.
Se vieron obligados a sacar el "carnet de la patria", para tener acceso a las cajas de comida, clap, que vende el gobierno.
A esto se une la escasez de efectivo para hacer las compras. Pocos tienen acceso al sistema bancario. Los puntos de venta y transferencias funcionan mal, por ineficiencias del servicio prestado por la empresa de telefonía estatal, CANTV.
El grano de café, en auge, es la única opción viable.
Imagen tomada con mi teléfono android.
Granos de café arrequintado, con pergamino y sin pergamino(trillado).
Un kilogramo de café, trillado, cuesta Bsf. 8000000,00 (ocho millones) Sirve para cambiarlo por cualquier producto. Veamos:
1 kg de queso : 8 millones = 1 kg. de café.
1 bulto de harina de maíz: 32 millones = 4 kg. de café.
Y así proceden con casi cualquier producto.
Ayer presencié el momento cuando los Pérez y sus vecinos, bajaron hasta la sede del consejo comunal de su sector, para registrarse y así lograr que les vendan la ofrecida gasolina regulada. Ellos lo ven como un chantaje. No tienen opción.
Aún así, ellos seguirán produciendo comida para nuestros ciudadanos y prosperidad para nuestra nación.
Alí Riera
La salvación del planeta esta en el campo, dichosos los que tienen la moneda café. Saludos @aliriera. Excelente post.
Claro que es en el campo. La caficultura conlleva la reforestación de las zonas de cultivo, por la sombra que requiere el cafeto. Así se protegen las fuentes de agua. Agradecido. Aliriera
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