El Espía de Speculum

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Entrar a una de las agencias policías más importantes a nivel mundial, no fue gran problema. Mi abuelo había sido también policía, de niño solía contarme sus historias acerca de los cientos criminales que había apresado en toda su carrera profesional, me contaba sus artimañas más extrañas y las formas más impresionantes en la que se llevaron a cabo los planes de inteligencia más elaborados y precisos de la ciudad. Definitivamente mi abuelo era un excelente policía, que vivió todos sus años de servicio con gran pasión y dedicación. Al retirarse, vivió una vida tranquila, gozando del respeto y admiración de todos los vecindarios que lo conocían, pero sobretodo con mi admiración, allí fue cuando nació en mi el deseo de convertirme en un ser tan útil para la sociedad como él lo fue.

Mi padre, como buen abogado, mostro sus mejores argumentos cuando se entero de mi intenciones de seguir los pasos de mi abuelo, no quería que me metiera en ese tipo de vida, que según él era más peligrosa de lo que yo podía entender y de lo que mi abuelo hacia ver. Los tiempos habían cambiado según mi padre, y ser policía en estos tiempos era más mortal que antes; él mismo había sido testigo de innumerables juicios en los cuales se debatía la muerte de algún miembro del cuerpo policial de la ciudad, y simplemente no quería que algún día llegase a ser yo quien protagonice tan triste escenario.

A pesar de sus múltiples intentos, logré, luego de mi gran fracaso como estudiante en la facultad de derecho, tener el apoyo de mi padre para convertirme en ese gran policía que siempre quise ser. Mi madre no dejaba de asustarse por todos los cuentos trágicos que mi padre le había contado por años acerca de la vida que solía llevar su padre y todos los demás policías de la ciudad, pero eso no le impidió apoyarme de una forma bastante genuina, haciendo énfasis en cuidarme en todo momento, y proteger a mis 3 hermanos si así hiciera falta.

Unos 5 años después, ya me había convertido en un profesional dedicado a la justicia, había ascendido un par de veces, mejorando relativamente bien mi salario y mis condiciones laborales. Había hecho algunos diplomados acerca de las ciencias criminalísticas, y gané por dos años consecutivos la competencia de puntería con rifle, todo marchaba bastante bien, incluso mucho más de lo que había podido imaginar cuando era tan solo un niño. Uno de mis mayores logros fue resolver el misterio de un asesino en serie autodenominado “El fantasma electrónico”, quien había cobrado la vida de más de 50 personas en menos de 18 meses.

Y hace tan solo 2 meses recibí una carta de una de las agencias policiales secretas más importantes del país, poco reconocida por cuestiones confidenciales, pero de gran trayectoria en operaciones de alta seguridad nacional y con una imagen digna de las mejores películas de acción. Ahora no solo soy Joe, el hijo del abogado que decidió ser policía, sino también soy Joe, el chico que repentinamente viajo a la capital por motivos de estudios superiores, y cuyo tema es un total misterio para todos sus familiares. Mi familia no tomó muy bien esa noticia, pero luego de unos días de mucha conversación, terminaron entendiendo que era esa la oportunidad de mi sueños, la que me permitiría, convertirme en el policía que siempre quise ser.

Los primeros días dentro de la agencia fueron realmente fuertes. Los entrenamientos eran implacables, solía quedar agotado al finalizar cada jornada, listo para dormir las 7 horas que tenia permitida, hasta que el siguiente y duro día comenzara de nuevo. Sin embargo, no me importaba mucho el desgaste físico que estaba viviendo en ese lugar, estaba feliz porque estaba haciendo lo que me gusta, y con el objetivo de ser un gran agente.

Después de numerosas misiones que acepte en condición de ayudante, logra ganarme la confianza de todos mis supervisores, y obtuve mi primera misión individual, donde sería el principal agente, sin ayuda presencial de algún otro agente. En esta oportunidad, mi prioridad era atrapar una extraña banda de criminales que había asaltado el museo de Louvre en Paris. Detrás de esta gigantesca organización, habían siglos de historia, increíblemente, esta banda de criminales habían logrado perpetuar su legado a través de los siglos.

Para mí no era fácil entender cómo lo habían logrado, pero me llenaba de mucha emoción, ser el agente que estaría en contra de este gigante. Resolver este caso, seria para mí una de las hazañas más grandes de mi carrera profesional, y me otorgaría de inmediato el respeto de los demás agentes, muchos de los cuales desearían verme fuera de la organización desde el primer día que entre en ella.

Tarde varios meses en lograr hacer contacto positivo con algunos de los sospechosos, tenia ciertos indicios de que estas personas pertenecían a Speculum (como se hacía llamar la banda de criminales a lo largo de la historia). Tuve que crearme un perfil de mafioso adinerado y avaricioso para captar la atención de uno de sus miembros. Les hice creer que era el heredero de unos de los mafiosos que controlaba prácticamente todo el sur de Italia. Esta acción no solo era peligrosa, sino que costaría una gran cantidad de dinero, cada uno de las identidades falsas que utilizábamos los agentes, eran cubiertas por expertos en falsificación que trabajaban para la agencia. Por 2 largos años no pude tener contacto alguno con mis familiares, pero logré ganarme la confianza de tres miembros de Speculum. Finalmente, me dieron la información que tanto esperé, sería el próximo domingo, el día en el cual visitaría por primera vez la sede secreta de esta organización criminal, prácticamente, ya los había atrapado.

Gracias por leer.

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English Version:

The Speculum Spy

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Entering one of the world's most important police agencies was no big deal. My grandfather had also been a policeman, as a child he used to tell me his stories about the hundreds of criminals he had captured throughout his professional career, he told me his strangest tricks and the most impressive ways in which the city's most elaborate and precise intelligence plans were carried out. My grandfather was definitely an excellent policeman, who lived all his years of service with great passion and dedication. When he retired, he lived a quiet life, enjoying the respect and admiration of all the neighborhoods that knew him, but above all with my admiration, it was there that my desire to become as useful to society as he was was born.

My father, as a good lawyer, showed his best arguments when he learned of my intentions to follow in my grandfather's footsteps, he did not want me to get into that kind of life, which according to him was more dangerous than what I could understand and what my grandfather could see. Times had changed according to my father, and being a policeman in these times was more deadly than before; he himself had witnessed countless trials in which the death of a member of the city's police force was debated, and he simply did not want me to someday become the protagonist of such a sad scenario.

Despite his many attempts, I managed, after my great failure as a law student, to have the support of my father to become the great policeman I always wanted to be. My mother could not help but be frightened by all the tragic stories that my father had told her for years about the life that her father and all the other policemen in the city used to lead, but that did not prevent her from supporting me in a quite genuine way, emphasizing taking care of me at all times, and protecting my three brothers if necessary.

About 5 years later, I had already become a professional dedicated to justice, I had been promoted a couple of times, improving my salary and working conditions relatively well. I had done some graduates in the criminal sciences, and for two consecutive years I won the rifle marksmanship competition, everything was going quite well, even much more than I could have imagined when I was just a child. One of my greatest accomplishments was solving the mystery of a serial killer called "The Electronic Ghost," who had claimed the lives of more than 50 people in less than 18 months.

And just two months ago I received a letter from one of the most important secret police agencies in the country, little recognized for confidential reasons, but with a great track record in high national security operations and with an image worthy of the best action movies. Now I'm not only Joe, the son of the lawyer who decided to become a policeman, but I'm also Joe, the boy who suddenly traveled to the capital for higher education, and whose subject is a total mystery to all his relatives. My family didn't take the news very well, but after a few days of much conversation, they ended up understanding that this was the opportunity of my dreams, the one that would allow me to become the cop I always wanted to be.

The first few days inside the agency were really tough. Training was relentless, I used to be exhausted at the end of each day, ready to sleep the 7 hours I was allowed, until the next hard day began again. However, I didn't care much about the physical exhaustion I was living in that place, I was happy because I was doing what I like, and with the goal of being a great agent.

After numerous missions that I accepted as a helper, I managed to gain the trust of all my supervisors, and I obtained my first individual mission, where I would be the main agent, without the help of any other agent. On this occasion, my priority was to catch a strange gang of criminals who had raided the Louvre museum in Paris. Behind this gigantic organization, there were centuries of history, incredibly, this band of criminals had managed to perpetuate their legacy through the centuries.

For me it was not easy to understand how they had achieved it, but it filled me with much emotion, to be the agent who would be against this giant. Solving this case would be for me one of the greatest feats of my professional career, and would immediately give me the respect of the other agents, many of whom would like to see me out of the organization from the first day I enter it.

After several months of making positive contact with some of the suspects, I had some indication that these people belonged to Speculum (as the gang of criminals was called throughout history). I had to create a wealthy, greedy gangster profile to capture the attention of one of its members. I led them to believe that I was the heir to one of the mafia bosses who controlled practically the whole of southern Italy. Not only was this action dangerous, but it would cost a great deal of money, each of the false identities we used as agents was covered by forgery experts working for the agency. For 2 long years I could not have any contact with my family, but I managed to gain the trust of three Speculum members. Finally, they gave me the information that I had been waiting for so long, it would be next Sunday, the day in which I would visit for the first time the secret headquarters of this criminal organization, practically, I had already caught them.

Thank you for reading.

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Posted from my blog with SteemPress : http://aleestra.repollo.org/cuento-corto-el-espia-de-speculum-esp-eng-the-speculum-spy/

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