EMIGRAR– UNA TRISTE REALIDAD PARA LOS VENEZOLANOS

Impotencia, dolor, tristeza y lágrimas es lo único que podemos ver en nuestros aeropuertos, producto de la masiva emigración de venezolanos que diariamente abandonan su país natal en busca de una vida mejor, en medio de un escenario tétrico de desolación, miseria y desconsuelo.

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Y como no hacerlo, si para nosotros es inevitable levantarnos y no pensar en la dura situación que nos aqueja, y es que mi país en estos momentos esta atravesando por una terrible crisis económica bastante compleja. A pesar de que Venezuela posee una gran riqueza por sus grandes reservas de petróleo, minerales, industrias y comercios, actualmente se encuentra en extrema pobreza, no contamos con suficientes alimentos, medicinas y servicios básicos.

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Los que tenemos un trabajo estables no nos alcanza nuestro sueldo para poder adquirir todos los alimentos y productos que necesitamos, y así poder tener buena calidad de vida. Todos los días amanecemos pidiéndole a Dios que nos de mucha salud porque no conseguimos medicinas y cuando logramos hacerlo lo que ganamos en 1 mes no nos alcanza para comprarlas. Han sido muchos los amigos y familiares que han tenido que irse del país para poder adquirir tratamientos que les permitan poder seguir viviendo y sobrellevar enfermedades graves, terminales y comunes.

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Nuestras vidas han cambiado radicalmente, con toda certeza puedo decirles que las navidades del 2017 fueron las más tristes que he vivido en toda vida!!!

Todo esto ha traído como consecuencia que muchos tengan tomar la decisión de irse lejos de sus hogares, buscando una mejor opción para vivir mejor y sobretodo para poder ayudar a los que por alguna u otra razón no tienen otra opción que permanecer en el país, con la esperanza que todo cambie pronto.

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A pesar de tantas adversidades, todos los días nos levantamos dando gracias a Dios por la vida, salimos de casa bien tempranito con ganas de seguir luchando, dando lo mejor de nosotros para sacar el país adelante junto con nuestras familias, porque somos unos luchadores incansables, alegres y super optimistas, y por otro lado los que ya se han ido demuestran lo propio siendo personas destacadas desde todo punto de vista, dejando bien en alto en el exterior a nuestra bella Venezuela.

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Este artículo no es para afligirlos ni para seguir bajando los ánimos, todo lo contrario, debemos inspirarnos en estos momentos difíciles y sacar lo mejor de nosotros, intentar mantener los ánimos arriba y sacar el mejor provecho, el lado positivo de cada uno, y al mismo tiempo aumentar nuestras súplicas a cielo. Esto debe ir acompañado, debemos ser positivos, incluir en nuestras oraciones diarias a Venezuela pedir por su recuperación, por este país que en su momento fue próspero, luchar juntos para recuperar en un futuro no muy lejano el país que teníamos antes.

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Los principios de la amistad, la solidaridad y de la unión deben estar asentados ahora más que nunca, y así como está naciendo esta gran familia de STEEMIT, plataforma que nos ha servido de aliento en estos momento de crisis, deben renacer en nuestros corazones de ahora en adelante estos principios, que harán de la Venezuela del futuro aún más grande y fortalecida.

Dios en ti confió, y sé que vamos a salir de esta!

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Salmo 23, por nosotros, por nuestra familia y por Venezuela

El Señor es mi pastor,
nada me faltará.

En lugares de verdes pastos me hace descansar;
junto a aguas de reposo me conduce.

Él restaura mi alma;
me guía por senderos de justicia
por amor de su nombre.

Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
tú vara y tu callado me infunden aliento.

Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
has ungido mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días.