El aroma de mis recuerdos... La fragancia de un ayer.
Cada aroma tiene su propia fuerza vibratoria. Aún no se si se trata de una cualidad, pero mi olfato es uno de los sentidos que más desarrollados he logrado tener desde que tengo memoria. Tanto, que los fuertes olores son capaces de llegar a mi cerebro y causarme sincopes. Puedo percibir olores a distancia y casi siempre logro saber de donde provienen o que los produce.
Tengo anécdotas relacionadas con mi olfato. Algunas son dignas de recordar, otras quizá no tanto. Pero cada olor realiza un viaje a través del tiempo en mi memoria. Y pareciera que vivo en un constante déjà vu o dando marcha atrás sobre mis propios pasos...
El olor a pan recién horneado me traslada a Cumaná, justo en las cuatro esquinas, una mañana a mis 14 años.
El olor del café me hace ver sobre aquel mesón el viejo termo que parecía no tener fondo.
El olor a tierra mojada me vuelve a poner frente a mi abuela Josefa en el patio de mi casa, mientras juego a coronarla de reina.
El olor a bizcocho me hace volver a saborear el brazo gitano que solía hacer mi mamá.
El olor de la tierra hace llegar a mis manos los carritos de metal y las metras.
El olor a gasolina me deja visualizar el carro detrás del cual me escondía mientras jugaba a policías y ladrones.
El olor de la guayaba me recuerda a mi mamá haciéndome la mermelada recomendada por mi pediatra para ayudarme con la hepatitis.
El olor a cambur es como ver a la tortuga de mi hermano masticarlo lentamente.
El olor a playa me transporta a Mochima. Aquellas noches de juventud y aventura.
El olor a almendrón me recuerdan a la playa de San Luis, un ir y venir a pie con el entusiasmo a millón.
El olor a cigarro y alcohol me recuerdan a mi primer amor.
El olor a chicharrón me monta en un autobús que me deja en el Junquito.
Pero si me da el olor de las fresas sigo hasta la Colonia Tovar.
El olor a cerveza y tequeño me sienta en el viejo y recordado Cafetín Raja Tabla durante las noches bohemias.
El olor a piña madura me produce la misma repugnancia de tener aquella pizza jaguayana en aquel restaurante.
El olor a ciruelas me pone en un día caluroso camino a Araya en un tapaito.
El olor a tabaco me hace caminar por aquel largo zaguán de la casa de mi bisabuela y ver aquella navaja cortar ágilmente las hojas que luego se apilaban.
El olor a perfume, a talco, a detergente, a ropa limpia, a niño, a humo...que recuerdan rostros, lugares, momentos, alegrías, tristezas...
Pero existen tres olores que espero no volver a percibir. El hedor de un cuerpo humano en descomposición, que sobre una alfombra y en un apartamento vacío entraba en el ascensor cada vez que paraba en el piso 8 de aquella torre en Parque Central. El hedor a carne humana quemada que emanaba de aquel humo negro que salia de crematorio del Hospital de Cumaná, justo al lado del liceo Castro Machado. Y el hedor a muerto tras la tragedia de Vargas.
El aroma de mis recuerdos.. La fragancia de un ayer que me recuerdan que he estado viva.
A mi me pasa casi lo mismo pero con las canciones, siempre me pasa, me trasladan a los lugares que hicieron de esa canciones un recuerdo inolvidable, excelente pos,.
Hola @missu. Un placer. La verdad es que la música es uno de los placeres de la vida. Y por lo general cada canción tiene una historia diferente en cada individuo. Algunas de amor y otras de desamor. Y oírlas es como rodar un videoclip en nuestra cabeza. :)
Que hermoso es recordar por medio de los aromas.
Me gusto tu post @romelcordova.
Un saludo desde mi cocina
Es una gran verdad @galletikasar, y tu lo debes saber muy bien, porque si algo saben usar los amantes del arte culinario es el olfato, que acompaña muy bien al gusto de saborear. Yo me imagino los agradables aromas que hacen vida en tu cocina. Debe ser una experiencia aromática de principio a fin. :)
¿Has leído El perfume? Yo no lo he leído pero creo que tiene que ver mucho con los olores. Mi hija @lilianajimenez si lo ha leído ella debe saber. Ah los olores de la buena comida son incomparables.
Bueno no leí el libro, pero si vi la película basada en él. Fue muy interesante y a la vez escalofriante. Trata de los olores del cuerpo femenino. Te la recomiendo.
Y si, los olores de la comida nos suelen remontar a tantos lugares y recordar a seres que ya no están. Yo adoro la comida, jajajajaja
Como siempre, lindas líneas, mi querida amiga @romelcordova , siempre es lindo evocar recuerdos que nos hacen felices, gracias por siempre compartir tus sentimientos en tus líneas llenas de recuerdos. Un abrazo grande!